10| Que les den

203K 15.4K 8.1K
                                    

Dedicado a Grace Hernández. Eres una inspiración como autora y como persona. Gracias por tu apoyo, haces de esta comunidad un sitio más hermoso. <3 

Un dolor agudo se concentraba en su sien izquierda

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Un dolor agudo se concentraba en su sien izquierda. Era lo primero que sintió aquella mañana al despertar. Había bebido más de lo que estaba acostumbrado y la resaca hacía estragos en él. Por suerte, después de un buen desayuno, la molestia comenzaría a amainar. Se desperezó vagamente en la cama y estiró el brazo para agarrar la botella de agua situada en un lateral. Tras un bostezo, se la llevó a los labios y llenó su boca de aquel líquido tan satisfactorio en aquellos momentos cuando un grito hizo que se atragantara.

Una voz furiosa inundó cada rincón de la mansión Rimes, obligándolo a salir a trompicones de su habitación con la mano apoyada en la frente, tratando de desviar inútilmente el dolor. Bajó las escaleras todo lo rápido que pudo, pero aun adormilado, no fue como creyó. Conocía aquella voz. Conocía su timbre y su tono.

Llegó al recibidor de su casa y se encontró a una alta joven de largo cabello rubio fresa y ojos verdes, que repiqueteaba con su pie en el suelo mientras mantenía sus brazos cruzados.

—¡Clarice!

Ella enarcó una ceja y alzó un lateral de su labio superior, generando una mueca muy habitual en el rostro de su hermano.

—¿A qué viene esa sorpresa? ¿No recibiste mi carta?

—Sí.

—¿Y por qué llego y no estás aquí para recibirme? —cuestionó alzando la barbilla, dignamente.

—Porque hoy es domingo y no viernes. Y tú dijiste que vendrías el viernes. —Le apuntó con el dedo índice—. ¿Acaso debo esperarte tres días sin descanso?

—Sí —respondió ceñuda y, acto seguido, suspiró—. Hubo un problema en la organización del aeropuerto y se retrasaron todos los vuelos. Llegué anoche, pero no estabas.

—Es que salí un rato.

—¿Otra vez pegándote la gran vida, hermanito?

—No. Solo estuve con... —Recordó a Turpin y su momento de charla en los asientos del Black Bird y sintió como una emoción desconocida recorría su cuerpo hasta llegar a la punta de sus dedos—. Gente curiosa —terminó de decir, logrando que su hermana le dedicara una mirada suspicaz, por lo que vio conveniente cambiar de tema—. ¿Tienes pensado algo? ¿Y cuánto tiempo te vas a quedar?

—Pues visitar varios lugares de esta ciudad, ver a antiguos amigos... Lo de siempre. —Pasó a su lado y le dio una palmada en el hombro—. Voy a subir a ver si está mamá despierta. Anoche no quise despertarla.

 Anoche no quise despertarla

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La sonrisa del DiabloWhere stories live. Discover now