Cincuenta y cuatro.

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La despedida de soltera de Bridgit se acercaba, no estaba segura de querer ir pero ella me obligaba. Podía ser bastante persistente cuando se trataban de cosas importantes para ella.

Llevaba un casi un día y tres horas llevándome a varios centros comerciales para ayudarla a elegir un buen vestido para ese día y también para la boda. Comenzaba a quererla matar mientras dormía.

Otra cosa que había pasado es que eligió mi vestido para el día de su boda sin siquiera consultarme y no me dejaba verlo por que según ella decía que era una sorpresa y que sorprendería a todos, aunque conociéndola, eligió el vestido más feo que encontró para no "opacarla".

Cómo dije, desde hace casi un día y tres horas que pasaba la mayor parte de mi tiempo libre en centros comerciales.

-¿Qué te parece este vestido? -Ella se miraba al espejo. Revisaba cada parte del vestido.

-Luce lindo. -Volví mi vista a mi teléfono y seguí jugando Flappy Bird.

-Mm.. Me hace ver muy gorda, ¿no crees? -Dejé caer al ave y volví mi vista a ella.

-Sólo lo vas a usar un día. -Ella viró para después mirarme.

-Pero yo seré el centro de atención, todos pensarán que estoy embarazada o aún peor, ¡gorda!

-Dime que no es cierto.

-¡De verdad! Además quiero que este vestido lo use mi hija en el día de su boda. Bueno, no exactamente este vestido, sí no otro.

-Me vuelves loca.

-Me amas. -Me sonrió de una manera engreída.

-Exageras. -Ella rió-. ¿Ya nos vamos? -Volví a jugar el juego retardado que estaba jugando hacia unos segundos atrás.

-Me quito este vestido y nos marchamos. -Dijo y corrió a los vestidores. Perdí en el estúpido juego y eliminé la aplicación para después guardar mi teléfono en la bolsa.

Minutos después ella salió ya cambiada y nos fuimos del centro comercial.

-Debemos ir por las invitaciones para enviarlas. -Dijo mientras conducía.

-Ajá.

-Puedes invitar a todos tus amigos sí quieres.

-¿De verdad?

-Sí.

-Genial, gracias. «Aunque no lo haré.» -Le sonreí-. Después de todo, no eres tan mala.

-Pero que traigan regalos.

-Retiro lo dicho.

-Es broma, quiero conocerlos.

-Sí.. claro..

-¡Oye! -Gritó eufórica.

-¿Qué? -La miré un poco cansada.

-Te tengo una gran sorpresa cuando lleguemos a casa, te fascinará, sólo espero que ya esté ahí.

-¿Otra? ¿qué es?

-Sí te dijera no sería sorpresa. -Sonrió dulcemente, rodé los ojos.

-Sólo espero que no sea una mala sorpresa.

-Es la mejor, como dije, te fascinará, quedarás encantada.

-Mmm...

Las sorpresas de Bridgit nunca eran buenas, por lo que me preocupaba.

Ella condujo por varios minutos hasta llegar a casa. Bajó las bolsas de ropa que había comprado aparte y entró a la casa, escuché un pequeño grito por parte de ella de emoción, «me pregunto ¿qué será?»

Be Your Everything. «Luke Hemmings»Where stories live. Discover now