Secuestrada

Capítulo 20:

"A veces solo tienes que mirar hacía delante para plantarle cara al enemigo"

Desperté desorientada mientras mi compañero de celda me zarandeaba bruscamente. 

- ¿Se puede saber que te pasa?- dije con la voz rasgada por el sueño y un indicio de mi mal genio al despertar.

- He estado dándole vueltas a todo este asunto y mi papel en él- dijo nervioso mientras seguía escribiendo en una libreta. - Creo que sé para que estoy aquí. 

- ¿Qué?

- Que ya se para qué estoy aquí. ¿Estás bien?

Después de prácticamente desmayarme por el cansancio la noche anterior, me miraba con una mezcla de preocupación y nervios, sin saber muy bien que hacer.

- Sí perdona, solo no puedo concentrarme bien.- suspiré- ¿Por qué crees que estás aquí?

No era una conversación muy amena, pero tanto estrés acumulado me estaba pasando factura y mi dolor de cabeza ya era constante. Todo esto, sumado a la forma de despertarme tan poco ortodoxa hacía que concentrarme en sus palabras fuese el acertijo más complicado del mundo. 

- Te conté que había ganado un par de premios, y que gracias a ello había podido conseguir la beca para estudiar-dijo atropelladamente- Pues bien, uno de esos premios fue a nivel internacional, el año pasado, y se basaba en encontrar una manera de que los materiales fueran más ecológicos y biodegradables en la construcción. Tras un par de meses trabajando en el proyecto en colaboración al departamento de microbiología, conseguimos adherir a un material similar a la pintura una bacteria llamada Syringae lautus.

- ¿Y eso que tiene que ver con todo esto? Maldita sea... - mi dolor de cabeza iba en aumento, y que me viniese a contar esta historieta no mejoraba para nada mi humor aquella mañana. Ya me había contado muchas cosas sobre su vida, al igual que yo de la mía; lo que cual era bastante irónico ya que no sabíamos ni nuestros propios nombres, pero cuando me echó una mirada fulminante con aquellos grandes ojos negros supe que debía de callarme y escucharle con atención.

- Esta bacteria es increíble;-dijo con una pequeña sonrisa- además de ser una de las más rápidas en dividirse, una vez que ocupa toda una superficie su crecimiento se detiene, pasando a vivir durante varios años sin necesidad de otro factor ambiental que una humedad relativa, que suele ser inferior a la que hay en ciudades como Tokio, Berlín o Nueva York. 

Antes de que pudiera cortarle para seguir durmiendo, siguió con su discurso adoptando una expresión más dura.

- Pero lo importante es que es un filtro de aire, humedad e incluso, calor. Por un lado, tanto el aire del interior como del exterior es filtrado, libre de contaminación e igual de puro que el respirado en mitad de un bosque. La humedad es la óptima para una vivienda normal y la capa superficial que forman impide que el calor se trasfiera en gran medida entre las superficies donde se encuentra la bacteria. Es el aislante perfecto y que permitiría disminuir en gran medida los problemas de contaminación presentes a nivel mundial.

Abrí los ojos con sorpresa. 

Aquel chico era un maldito genio. 

Aquel chico que me había visto llorar y al que había consolado, el que me había hecho sentir como una princesa durante un rato para olvidar todo. Un gran porcentaje de mi fuerza para seguir luchando.

Iba a cambiar el mundo, pero algo tan revolucionario debería haber sido famoso; más si provenía de un universitario becado sin grandes conocimientos en biología. 

Un aprendiz de arquitecto que cambiaría el mundo.

- Sin embargo, no pudo ser efectivo.- Suspiró con resignación.- Al menos lo intenté y luché hasta el final. 

¿Qué? No tenía sentido. 

¿Me contaba todo esto para luego abandonarlo?

- Bueno, después me presenté a otro concurso que permitía robotizar todas las funciones de la casa, incluso la orientación de los distintos espacios habitables, en función de la actividad que se quisiera realizar y la posición del sol para tener más luz natural y es que...- dejó de escucharle cuando el seguía golpeando con el boli la libreta que llevaba sujeta en la otra mano. 

Con disimulo, cogió la libreta para hacer como si garabateara en ella , al igual que él había estado haciendo durante toda su conversación. Al fijarse, vio que no eran garabatos, sino que era la continuación de su anécdota:

"Nos están escuchando, estoy seguro. Conseguimos que funcionará, incluso conseguí conectarlo a una corriente eléctrica para manejar a las bacterias a nivel informático; pero cuando fuimos a presentarlo al concurso, nos lo robaron. 

Se llevaron todo, los informes, mis cálculos, mis proyectos, y todas las pruebas que habíamos realizado. También las cepas de esta bacteria con la modificación genética que les permitía realizar todas estas grandes funciones ambientales. Incluso, hackearon mi portátil y el de todo el departamento de biología, borrando cualquier rastro de aquellos cinco meses de trabajo. 

Tras investigar profundamente, ví que una empresa biotecnológica muy importante en Europa, había comenzado un proyecto similar al mío solo que se trataba de un filtro biológico para purificar petróleo en mayor cantidad. Este proyecto era bastante secreto, vamos que hackee un par de archivos que me dieron hasta él , pero tengo la sensación de que hay algo más. 

No se que relación tienes tú con todo esto, pero el petróleo sigue siendo la base de la economía capitalista de este planeta y si esto sale a la luz, será mucho más fácil alcanzar las balsas de petróleo y purificarlo casi al instante. Sería tener el poder del mundo en tus propias manos.

Esta empresa es Biosystem Administration y tiene un par de sedes por todo el mundo.

No digas nada, hablaremos esta noche. Ah, y siento despertarte así, pero estaba demasiado nervioso y necesitaba hablar con alguien."

A pesar de la ternura que me supuso lo último que me había escrito, la piel se me puso de gallina y un nudo en la garganta cuando le devolví la libreta a mi supuesto amigo. 

Ella si sabía por qué la querían allí, conocía la relación entre ambos, pero no sabía si estaría bien comentarselo al chico, que la miraba en busca de una respuesta.

Biosystem Administration, que comenzó hace unos diez años con una sola sede en Londres, era la mayor empresa de sus padres; y ella iba a ser la próxima propietaria cuando terminase sus estudios de biotecnología y bioquímica. 

Holi, después de dos años y medio he vuelto con ganas a retomar esta historia que tenía abandonada. He cambiado un par de detalles de la historia, sobre todo de palabras o expresiones más acordes a mi manera de redactar actualmente. No hay ningún detalle destacable que halla modificado, pero podéis echarle un vistazo. Además, puede servir releer algunos capítulos anteriores para comprender aún mejor este capítulo.

Espero que os halla gustado y espero volver a vernos pronto. No prometo nada.

Gracias por todo. 

Eleni.