08

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La directora empezó a hojearlo, Sunghoon estaba de brazos cruzados molesto de que husmearan en su privacidad, ahora entendía porqué le molestaba a Yoonha que tocara su diario. La maestra tenía un tic en el ojo emocionada de lo que fuera que dijera la directora y Sunoo miraba el reloj negro que colgaba en una de las paredes viendo como su tiempo era desperdiciado en boberias de una enana loca.

—Pero aquí solo hay dibujos. —dijo la directora al terminar de revisar el libro.

—No puede ser. —le arrebató el libro y puso la hoja donde Sunghoon coloreaba. —Mire, página veintidós. —lo giró para que todos vieran.

Se hizo un silencio grande. Sunoo quería arrebatarle el libro y dárselo a Sunghoon para terminar con ese proyecto de una buena vez, y Sunghoon sólo quería comer y dormir ahora.

—Solo veo el dibujo pintado de un batman negro con verde y morado.

—Exacto, un batman neg... ¿Qué? —vio el dibujo.

—Maestra, por primera vez, ellos no deben estar aquí, debería tomarse unos días de descanso. —suspiró sobando su entrecejo.

Vaya que ambos niños estaban de acuerdo; la campana del receso sonó y ambos salieron de la oficina corriendo felices. Ahora ese libro no le importaba a Sunghoon, ahora Sunoo no vería ese libro en mucho tiempo.

Sunghoon y Sunoo supusieron que esa maestra se pondría a analizar cada dibujo y garabato de Sunghoon creando teorías locas sin ningún fundamento y veracidad. Pero bueno, no la verían en un rato.

Todo el recreo, Sunoo estuvo jugando con Sunghoon en el arenero, por fin el pelinegro estaba a su lado brindandole apoyo incondicional ayudándolo a contruir un pequeño reino.

Y si, de nuevo Sunghoon sintió esas mariposas ir de un lado a otro dentro de su pancita. Anotó mentalmente "día tres, esos bichos siguen dentro de mí y estoy riendo demasiado".

Y pese a que todo fue un complot en su contra, Sunghoon le compró ese chocolate en forma de pingüino que tanto le gustaba al castaño, este lo abrazó al recibirlo muy felíz viendo que había ganado dos cosas. Esto puso nervioso al pequeño pelinegro.

Sunghoon entre tantos pensamientos también recordó de repente que sus planes de jugar con Sunoo en su casa no fueron hechos luego de ese insidente del niño de estúpidos lentes que se había cambiado de escuela para su buena fortuna.

—Mm, Sunoo.

—Dime. —el nombrado lo miró felíz.

—¿A-Ahora si quieres ir a mi casa a jugar? —preguntó nervioso.

—Claro.

A Sunoo le caía muy bien Yoonha, era como Sunghoon solo que ella no lo mordía. Además, Jungwon no se lo negaría y como sus padres estaban de viaje, él era su mayor autoridad.

Y así pasó. Cuando Jungwon escuchó que su primo se podía quedar a dormir con los Park no pudo evitar sonreir en grande al lado de Jay quien lo acompañaba de nuevo.

Sunoo ya empezaba a sospechar un poco, se le hacía raro que intercambiaran saliva y se abrazaran tanto como si su vida dependiera de ello. Pero Jungwon le había dicho que solo era un amigo... ¿Entonces los amigos también hacen eso? Estaba confundido.

—Te portas bien, Sun, no les des problemas, y hazle caso a Yoonha. Yo vengo por ti mañana a las nueve.

—Sip, hyung, ¿porqué está tan felíz? ¿No quiere tenerme cerca? —puchereo un poco decepcionado.

—Nada de eso. —dijo Jay. —A él le gusta ver que te diviertes con Sunghoon. —acarició su cabecita cubriendola casi en su totalidad con su mano.

El pelinegro quien miraba todo desde el marco de la puerta principal apoyandose y escondiéndose en la pierna de su hermana le sonrió a Jay luego de recibir un guiño de este.

—Exacto, Sun, me agrada que tengas un mejor amigo tan lindo como Sunghoon.

El castaño sonrió más aliviado y se despidió de sus hyungs de beso como le había enseñado su madre metiendose a la casa ajena luego de eso.

Sunghoon vio ese acto curioso, su noona y su madre lo solían hacer también con el, pero su padre no, por lo normal le daba un abrazo y acariciaba sus cabellos.

—Bueno niños, como siempre yo soy el mal tercio, iré a la cocina. Dios, hasta mi hermano tiene más suerte en el amor que yo y tan solo tiene cuatro años. —empezó a hacer un berrinche dirigiendose hacia la cocina.

—¿Qué le pasa? —preguntó Sunoo.

—Umh, creo que se llama desprocia o algo así. —se encogió de hombros.

Zombie Hoon [Sungsun]Where stories live. Discover now