16

2.3K 409 124
                                    

Sunoo tenía una carita de frustración en su rostro, es que no podía ser así. Sunghoon había cumplido cinco años hace poco y ahora el molesto zombie le exigía que si lo iba a llamar por ese sobrenombre le dijera hyung también.

—Me niego. —negó cruzándose de brazos.

—¿Porqué? Yo ya tengo cinco años y tú sigues teniendo cuatro. —se excusó Sunghoon.

—Pronto tendré la misma edad. —rebatió el castañito.

—Pero siempre te ganaré por meses.

—¿Y eso qué más da?

Sunoo pensaba que era raro decirle hyung a Sunghoon, no lo podía imaginar, porque Sunghoon no era tan viejo como sus otros hyungs. Pero Sunghoon era terco y hoy no tenía algo más importante que hacer.

Pero antes de que ambos pudieran continuar debatiendo el tema del año, un aroma a lilas les dijo que lo dejarían para después.

La enorme directora entró al aula con trabajos por la puerta y Linah les pidió a todos que la saludaran amablemente, y así lo hicieron.

—Veo que no han ido a dirección algunos por aquí. —fue lo primero que dijo. Ambos niños vieron hacia otro lado haciendo una boca de pato. —¿Cómo se sienten con esta maestra?

—Bien. —dijeron todos al unisono alegremente.

—Vaya, Linah, veo que has podido controlar a la mesa tres. —dijo mirando hacia el lugar donde ambos niños se sentaban.

—Oh, no he tenido ni un solo inconveniente con ellos, son unos angelitos.

Como que algo no cuadraba ahí, ahora la directora se preguntaba que clase de mente habrían de tener ese par para sobornar a una adulta. De todas formas solo suspiró, ahora si podía salir a sus horas sin tener que quedarse a discutir con ambos niños de porqué hicieron algo que al final del día no era malo para la institución.

Sunghoon dejó de lado el hyung y se centró en el aroma del castaño, supuso que al igual que él, se divirtió con las caras de la directora y ahora esa manzana de caramelo con miel de maple olia muy dulce.

—Oh vamos, aún así no te diré hyung.

—Bueno, ya no importa. —restregó su naricita en el cuello de Sunoo.

Linah veía con una gran sonrisa a ese par, sin duda estaban destinados a estar juntos, pero uno iba más adelantado en ello que el otro. Suspiró totalmente enamorada y continuó calificando unos pequeños cuadernos con enormes letras un poco chuecas.

[...]

Ambos niños estaban muy sorprendidos por lo que les decía Linah. Sunoo no lo sabía y Sunghoon se sorprendió de no saberlo porque la conocía desde la cuna.

—¿Tienes un hijo?

—Sí, tiene su misma edad.

—Oooh. —dijeron ambos niños.

—Noona ¿porqué no estudia aquí? —preguntó Sunghoon.

—Umh, tal vez no lo comprendan, pero no es ético hacerlo porque podría malcriarlo de esa forma.

Y en efecto, no entendieron, cosa que le dio más ternura a la chica frente a ellos.

—¿Y cómo se llama? —Sunoo preguntó.

—¿Qué es?

—Se llama Riki, él... Estoy segura que será un alfa como tú Sunghoon.

—Wow. —dijo el mencionado.

—¿Y cómo es?—preguntó Sunoo intentando imaginarse al niño desconocido.

—Oh, él es muy sonriente y lindo, miren. —sacó su celular y les mostró una foto. —Tiene tu estatura, Sun.

—Se ve agradable.

—Sunghoon, perdóname la vida, olvidé que existías. —dijo Yoonha con la respiración agitada al llegar hacia la entrada del colegio donde ambos niños se encontraban junto a su maestra.

—Mm, nunca me habían olvidado antes. —se cruzó de brazos y luego miró a Sunoo. —Crúzate de brazos tambien.

—Bueno. —imitó al pelinegro, cruzándose de brazos.

Linah se había quedado con ambos niños cuando eran los únicos que faltaban por recoger, y como conocía a Yoonha desde antes fué muy paciente el quedarse con ellos un poco más.

—Gracias, unnie. —agradeció Yoonha.

—Sé más cuidadosa.

—Sí, lo siento.

Linah se despidió de ambos niños y emprendió su camino. Estos en seguida voltearon a ver molestos a la pelinegro.

—En serio pensé que hoy era sábado y que estabas en tu cuarto.

—Pero fuiste tú la que me trajo a la escuela noona. —le dijo su hermano.

—Este... Claro, sólo que lo olvidé, además mamá no me lo recordó antes de irse.

La madre de Sunghoon tuvo que regresar al trabajo luego de esos meses de descanso, Sunghoon lo entendía así que no puso peros.

Sunoo le había pedido permiso a Jungwon para quedarse con Sunghoon el fin de semana, Yoonha juró por su vida que iría por ambos niños el viernes a la escuela. Al menos puede decir que seguirá viva si Jungwon no se entera de su pequeño descuido.

—Creo que no tendré cachorros.

—¿Porqué noona?

—Si olvidé a mi hermano menor y a su amado, quien sabe que haré con mis propios hijos.

Sunoo miró curioso a la omega, ¿amado? No conocía ese nombre, ¿así le llamaban aparte?

—Lo peor de esto es que debemos caminar porque soy muy joven para conducir.

—No que habias reprobado tu examen por quinta vez. —recordó Sunghoon.

—Claro que no, Sunghoon, debiste haberlo visto en una película.


Zombie Hoon [Sungsun]Where stories live. Discover now