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En la repartición de habitaciones Josh dormiría Ryan, Declan con su hija y Sheila conmigo

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En la repartición de habitaciones Josh dormiría Ryan, Declan con su hija y Sheila conmigo. Rodé los ojos porque sabía que me esperaría más de una noche alejada de mi habitación, habría sido mejor que esos dos durmieran juntos y ser prácticos en lugar de ir a hurtadillas, pero imaginé que de ese modo nos facilitaban un poco más la vida a los demás.

Aproveché que harían la primera guardia para irme a la cama temprano y a pesar del olor a cerrado por no estar lo suficientemente ventilado aún, me acosté sobre la ropa de cama con la vestimenta puesta llevándome las manos al vientre.

¿Estaba más hinchado o eran imaginaciones mías? Tal vez ahora mi propia mente me traicionaba o quizá solo se debía a que acababa de tomar la cena, pero existía una probabilidad, una lo suficientemente grande para ser realmente evaluada de que en mi vientre estuviera creciendo una nueva vida.

Sentí miedo. Mucho miedo y también nauseas.

No podía traer una vida a ese mundo caótico en el que mi vida pendía de un hilo por ser quien era, pero al mismo tiempo deseaba tanto tener a alguien al que amar incondicionalmente y que me respondiera del mismo modo... ni siquiera sabía si existía y ya sentía el instinto de protección aferrándose a él.

Cuando me desvelé Sheila estaba a mi lado y traté de no hacer ruido para no despertarla mientras salía de la habitación. La casa parecía vacía a excepción de Lisa que jugaba en el salón con lo que parecían barras de colores, no sabía muy bien que eran pero parecía pinta con ellas.

—¿Dónde están todos? —pregunté esperando que ella lo supiera.

—Josh y Sheila duermen, papá está abajo y me dijo que cuando despertaras te dijera que debes ir y Ryan está fuera —dijo mientras continuó dibujando.

La increíble adaptación que parecía tener Lisa con los cambios de lugar y situación me parecía de lo más admirable tratándose de una niña tan pequeña. Más aún teniendo en cuenta que había pasado toda su vida encerrada.

Me eché un poco de agua y bajé las escaleras sabiendo que me enfrentaría a Declan a solas. Ya podía notar mi corazón acelerándose por saberlo y de pronto me vinieron unas nauseas inmensas, así que me quedé quieta y respiré profundamente tratando de controlarlo.

«Seguro que no es síntoma de embarazo, sino porque estas nerviosa» me dije a mi misma.

Sabía poco de mujeres embarazadas, pero si que había oído a Sheila hablar de los síntomas cuando fantaseaba con ello.

—Lisa me ha comentado que querías verme —dije sin siquiera saludar, sino entrando en aquel lugar desde el que la luz del día se filtraba alrededor de toda la habitación por pequeñísimas ventanas en la parte superior.

Había aparatos por todas partes, unos enormes que no tenía ni la menor idea para que servirían y luego otros pequeños y similares a los que ya podía reconocer de verlos en casa de Declan o incluso en el propio refugio.

—Se han deteriorado algunos ensayos, así que necesitamos repetirlos y para ello debo extraerte algunas muestras —dijo con cierta precaución.

—Está bien, soy el sujeto —asentí mientras percibía que se acercaba hasta mi con una aguja y varios frascos.

No sabía si aquello lo habían llevado consigo o eran cosas que había logrado encontrar por allí, lo cierto es que para estar abandonado parecía bastante surtido, pero yo entendía más bien poco de esas cosas.

—Es probable que necesite más, pero será mejor que lo hagamos pausadamente para no debilitarte en caso de necesidad —comentó prudente.

—No hay problema —confesé mirando hacia otro lado solo para apartar la vista de él, ya que su simple presencia me ponía la piel de gallina—. ¿En cuanto tiempo podría estar el antídoto? —pregunté por curiosidad.

—No es como una vacuna en el que los tiempos pueden estar establecidos, en este caso podría ser días, semanas, meses o incluso años. Todo dependerá de si logramos encontrar. Una enfermedad actúa deteriorando nuestro sistema inmunológico de forma que nuestro organismo genera anticuerpos y lucha contra ese patógeno invasor. En este caso es similar, pero no igual, debemos encontrar tus anticuerpos saber que los genera, aislarlos y saber si pueden ser clonados y ver si funciona en alguien que no seas tu.

¿Clonar? Supuse que era algo normal.

La llegada de Josh con buen ánimo me hizo perder un poco aquellos nervios iniciales, incluso sentía como el mareo había pasado y concluí que era una clara señal de se debía a la presencia de Declan y no de un supuesto embarazo.

Pensé entonces en la respuesta de Declan, días o años, así de extenso o corto podría ser encontrar el supuesto antídoto. Podríamos estar tan cerca del fin, pero también podrían no encontrar jamás una cura y pasar el resto de mis días sin encontrar a mi hermana.

Amara. ¿Qué pensaría ella?, ¿Estaría bien?, ¿Habrían conseguido ponerse a salvo en otro refugio?, ¿Lloraría aún mi pérdida creyendo que jamás regresaría? Cada día que pasaba sentía que le fallaba de nuevo una vez mas. Solo esperaba que algún día me perdonara y que cuando volviera a tenerla a mi lado, supiera que todo lo hice por ella.

 Solo esperaba que algún día me perdonara y que cuando volviera a tenerla a mi lado, supiera que todo lo hice por ella

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