La Hafefobia No Es Un Límite

10. Un paso a la vez

—Me refiero a que la vida es corta y no puedes pararte a pensar siempre en si está bien o está mal—suspire apartando la mirada—. Me gustaría hacer muchas cosas pero mi fobia no me lo permite

—Un día lo vas a lograr y entonces yo estaré ahí para decir con mucho orgullo que mi novia es fuerte y nunca se rinde—dijo riendo, mostrando su hermosas sonrisa

—Me encanta tu sonrisa—me sonroje lo había dicho en voz alta

—A mí me encantas tú—me guiñó un ojo de manera pícara

—¿Lo intentamos?—pregunte ansiosa

—No Hil, vamos lento un paso a la vez , bonita—sonrio lanzándome una almohada a los pies

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Dos semanas habían pasado y yo no tenía una respuesta, pero que había que pensar, Liam aún me quería y yo a él entonces que me detenía, fácil, estaba evitando que me lastimara de nuevo.

El tiempo que llevaba aquí ya lo había sentido como una eternidad por lo tensa que estaba, en la universidad me estaba yendo bien después de todo. Derek y Daniel ya están trabajando y estaba tan feliz por ellos, porque a pesar del poco tiempo que llevaba les iba a bien.

Hoy teníamos una cena en casa hoy por fin papá nos presentaría a su misteriosa novia, estaba feliz porque papá siguió su vida y no se estanco después de la muerte de mi mamá, pero sentía nostalgia, se sentía como si estuviéramos dejando atrás a mamá y en cierta parte si.

Me di una ducha, salí y me arreglé un poco cuando terminé me senté frente al escritorio, tomé la foto donde Liam y yo estábamos juntos, la había guardado para evitar verla.

—¿Qué hago?—me pregunté a mi misma viendo fijamente la ventana—. Te quiero de eso no me cabe la menor duda, pero a veces pienso que no sé quién eres realmente y me asusta, me aterra el no saber cómo terminarán las cosas

Regresé la foto a su lugar y bajé a la sala, me senté en el sofá a lado de Jake quien se reía junto a Daniel, estos pequeños momentos eran los que me hubiera perdido si no hubiera tratado mi Hafefobia. Mi sonrisa se hizo aún más grande cuando Jake se acercó a abrazarme, Daniel asintió con la cabeza sonriendo antes de sentarse a nuestro lado.

Después de un rato el ruido de un auto llegando se escuchó miré a Daniel el cuál solo dio un apretón en mi mano en señal de apoyo por la puerta entro una mujer de cabello castaño, un poco baja de estatura, se vería de unos 39 años, ojos claros, un poco tímida se quedó parada a lado de la puerta hasta que mi papá entro y la llevo al sofá frente a nosotros.

—Chicos ella es Esmeralda mi pareja—la mencionada sonrió estrechando la mano con cada uno—. Esmeralda ellos son mis hijos el mayor Daniel, la del medio Hilary y el menor Jake
Fue una cena agradable después de todo, ella es a simple vista una persona sencilla, honesta y sobre todo se ve que quiere a mi papá, ahora estábamos despidiéndonos.