31. Mentiras y Sensaciones

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El día estaba lluvioso, demasiado lluvioso

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El día estaba lluvioso, demasiado lluvioso. Me encontraba en el departamento de Liam junto a Elisa jugando con sus muñecas bien cuidadas, yo a esa edad mis muñecas estaban feas y rayadas de que no las cuidaba.

—¿Sabías que Liam no es mi hermano?—gire mi cabeza con una rapidez sorprendente tanto que dolió

—¿Por qué dices eso pequeña? —pregunte sentándome a su lado

Ella suspiro y me miró de una manera que no supe descifrar—Si yo te cuento no le dirás nada a Liam, ¿Cierto? —otro secreto más, hice una mueca y asentí

Empezó a jugar de manera distraída con sus muñecas.

—Mi papá se lo repetía a mamá cuando peleaban—ella se encogió de hombros

—Bueno tal vez solo era por la discusión y no es verdad

—Puede ser. Ya me aburrí de jugar ahora veamos una película —propuso recogiendo sus muñecas

Elisa sabía cosas que no tendría que saber, es tan inteligente que nada se la pasa. Incluso habla como si fuera una adulta cuando es solo una niña de 7 años, porque si, había sido su cumpleaños  hace poco.

Yo llevaba peleada con Liam unos cuatro días y ella se había dado cuenta, tampoco es como si estuviéramos tratando de ocultarlo, aunque si nos ponemos a pensar fue su culpa y estoy en mi derecho de estar molesta. Habíamos estado bien estas últimas tres semanas, pero al inicio de esta semana le había dicho para almorzar juntos y dijo que no podía porque tenía tarea que hacer hasta ahí todo bien yo lo entendía, pero todo se fue por la borda cuando entro a la cafetería de Amanda acompañado de Dana, no me molestó que estuviera con ella, bueno tal vez un poco.

Así que desde ese día estábamos peleados, más por mi molestia que por otra cosa.

—Tienes que aprender que no todo lo que escuches es cierto, Elisa—ella asintió acurrucado su pequeño cuerpo junto al mío

—¿Tu crees que mi papá no me quiere?—pregunto en voz baja

—Bueno eso solo lo sabe el, pero que padre no quiere a su hija, aunque bueno si ese fuera el caso tu tienes muchas otras personas que te quieren

—Sip, pero no mi papá

—Bueno entonces el se pierde el cariño de una hermosa princesa como tú. ¿Tú si quieres a tu papá?—pregunte

—No, el es malo

—Bueno, porque no hablas de esto con tu mami o con Liam, princesa—ella asintió y yo seguí acariando su sedoso cabello

Un rato después ella se quedó dormida a mi lado mientras acariciaba su cabello, reí al pensar que si Jake supiera me haría un drama.

El ruido de la puerta me saco de mi ensoñación, seguramente era Liam pues su mamá se había ido con el señor Tomás unos días para despejarse y tomar valor para hablar con Liam. Hice a un lado a Elisa con sumo cuidado de no despertarla, la arrope y bese su frente, tomé mi mochila para poder irme.

La Hafefobia No Es Un LímiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora