Muchos no entienden mi fobia solo simplemente se alejan sin más, otros se quedan a intentarlo pero se cansan y se van dejándote un gran vacío, eso duele más,eso hiciste tú.
Porque lo cierto es que es como vivir en tu propio mundo pero sin nadie a tu...
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2 meses después
Había pasado tiempo desde que las cosas mejoraron con todos, para ser sincera podía decir que era oficialmente feliz, pero aún con todo y felicidad había algo que me tenía inquieta y es que la felicidad dura poco.
Toda va muy bien y me da miedo, miedo que de la noche a la mañana todo se vaya por la borda de nuevo.
En el último mes Daniel y Derek lograron mucho crecimiento en su empresa, Amanda ya había cambiado la cafetería de sitio, Alice hizo oficial su relación con el pelirrojo, Alex y Savannah estaban en su mejor momento aunque sus hormonas no las controlaban y siempre los encontraba en el peor momento, Elena y mi padre van mejor de lo que parecía.
Y por último Liam y yo estábamos juntos, aunque no teníamos un nombre o etiqueta parecíamos pareja y el no tener eso no me preocupa.
Suspire frustrada saliendo del aula para dirigirme a la cafetería, al entrar me dirigí directo a la mesa donde estaban los chicos deje caer mi mochila sentándome a un lado de Liam al cuál ni siquiera saludé.
—¿Estás bien?— pregunto en un susurro solo para que yo la escuchara—. Bonita respóndeme—dijo un poco más alto
—Me siento abrumada, estresada y cansada—dije aún sin salir de mi escondite
—Creo que es hora de ir a casa —aviso poniéndose de pie tomando nuestras cosas
—No puedo ir a casa
—Claro que puedes, en tus últimas tres clases ya presentaste examen entonces puedes irte
—Pero están dando repaso eso me ayuda y...—me interrumpió
—Ya basta, sabes bien que no lo necesitas, nos vamos—demando
Suspire viendo a Savannah y Alex los cuales eran expectantes de este momento.
—Liam tiene razón, te has estado sobrepasando y no creo que eso sea bueno para tu salud, hoy es el último día, solo tienes que venir el lunes por tus resultados—frunci el ceño
Se me olvidaba que aquí no era lo mismo que en Nueva York. Me despedí de ellos para después tomar la mano de Liam.
—¿Quieres ir a tu casa o a mi departamento?—me pregunto poniendo en marcha el auto
—Vamos a tu departamento
La mayor parte del camino fue silencioso, no un silencio incómodo más bien uno tranquilo. Cuando estacionó su auto subimos a su departamento.
—¿Porqué aún no decoras tu departamento?
—Estoy esperando —dijo dejándome confundida—. En algún momento, espero no muy lejano quiero que mi mamá y mi hermana se vengan a vivir conmigo —aclaro, quise indagar más pero solo asentí
