26. La cena

988 77 8
                                    

Así que por fin nos dirigíamos a la dichosa cena para conocer a su familia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Así que por fin nos dirigíamos a la dichosa cena para conocer a su
familia. Liam seguía tenso demasiado a decir verdad, casi me hace querer retractarme y aceptar que cancelé todo, pero habíamos o más bien había esperado mucho para esto.

—Oye bonita—me hablo sacándome de mis pensamientos, solo le mire invitándolo a seguir—. Gracias por aceptar venir y si sucede algo malo desde ahora te pido disculpas

Negué ligeramente —. Todo saldrá bien Liam y si no sucede así, bueno habrá más oportunidades —el asintió estacionando el auto frente a una casa  con fachada neutra

Rodeo el auto para abrirme la puerta, está vez se lo permití, generalmente hacíamos bromas sobre yo arruinando sus intentos de abrirme la puerta, pero está vez el necesitaba distraer sus pensamientos.

—Gane—una media sonrisa de orgullo apareció en su rostro y con ello me di por convencida

Tomo mi mano para empezar a caminar pero lo detuve.

Me alcé sobre mis puntas para poder rodear su cuello y besarlo profundamente.

—Escucha—dije de manera firme—. No importa lo que pase allá adentro, estoy contigo Liam, pero si en algún momento te sientes incómodo basta con que me lo digas y nos marchamos—suspire mirándolo a los ojos —. Y si tú piensas que no estás listo para esto o es muy pronto podemos regresar al auto e irnos a tu departamento, no te voy a presionar

Solo se mantuvo en silencio.

No lo presionaré a nada, el jamás lo hizo conmigo y yo no lo haré con el.

—Vamos a entrar, demostramos que la hafefobia no es un límite para llegar aquí. No voy arruinar este momento—aseguro tomando aire

Siguió su camino tomando mi mano, por un momento me sorprendió que tocará el timbre de la casa.

—Si tengo llaves de mi casa, pero según mi papá desde el momento en que me fui está ya no es mi casa, así que si el está procuro tocar como si fuera un simple invitado

Asentí de manera distraída.

La puerta sé abrió dejando ver a un señor como de unos 45 años, serio con expresión fría.

—Liam—su voz era ronca, apretó su mano entorno a la mia

—Papá—dijo con mucho esfuerzo

—Adelante—se hizo a un lado para dejarnos pasar

—Liam!!—se escucho una voz infantil seguido de una pequeña niña corriendo hacia el

Soltó mi mano para atrapar en el aire a la pequeña niña. Sonreí con ternura viendo la relación con su hermana.

—Hilary—el señor Tomás venía caminando, al llegar a mi lado estrecho mi mano y sonrió con cariño

—Un gusto volver a verlo señor

La Hafefobia No Es Un LímiteWhere stories live. Discover now