Capítulo 18

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Nota: y acá es la parte donde todo se descontrola. ¿Listos?

Tú...

—¿Callum?— pregunto entre sueños mientras siento sus labios dejando cortos besos sobre mi espalda desnuda.

—¿Si, intrusa?

—¿Qué haces?— giro mi rostro lentamente hacia él.

Cuando me nota se incorpora, bueno, a medias, ya que no tiene intenciones de detener sus acciones actuales.

—Que puedo decir, me desperté inspirado.

—Siempre te despiertas "inspirado"— le sonrío divertida y aún algo adormecida.

— Eres una tentación sin fin para mí, Bea.

Sus labios vuelven a mi espalda, y comienzan a subir poco a poco por el largo de mi columna hasta mi cuello, donde deja tres besos exactos antes de que el sonido de unos golpes en la puerta principal llamen nuestra atención.

Nos quedamos mirando por un momento, después de todo no es normal que llamen a la puerta como tal, sino al portero.

—Voy yo— le digo incorporándome, sin embargo él me detiene volviéndome a empujar sobre la cama.

—Tú quédate aquí— me sonríe dulce y pícaramente— quiero seguir en lo que estábamos.

Asiento mordiendo mi labio inferior mientras lo veo levantarse.

— No tardes.

Toma rápidamente una remera y unos pantalones de los cajones y se los coloca antes de salir.

Pienso en usar el tiempo en el que no está para arreglarme medianamente, ya que mis pelos deben estar hechos un desastre, sin embargo no tengo el tiempo suficiente cuando al poco tiempo comienzo a escuchar gritos del otro lado.

Esos gritos no son de Cassie. Esos gritos no son de Sam. Y mucho menos esos gritos son de Callum...

Me levanto, me pongo una remera de Callum lo más rápido que puedo, me acerco hacia la puerta, la abro y salgo al salón. Mientras más me acerco más es lo que puedo reconocer la voz.

Mi respiración comienza a fallar, pero más lo hace mi corazon, que se detiene por un momento cuando llego a estar a un lado de Callum y frente a... Zacarías.

Zacarías me ve y deja de "discutir" con Callum para clavar la mirada en mí y entrar sin más empujando la puerta. La verdad es que más que una discusión se trataba del chico alto de pelo negro gritándole al rubio que se mantenía en una posición pacífica, haciéndolo de cierto modo verse en ridículo, histérico e inferior con la mirada.

Se viene directo hacia mí con los brazos extendidos como si quisiera agarrarme, sin embargo Callum al ver las intenciones que tiene se coloca entre ambos, no dándole acceso para concluir aquella acción.

—Retírate— le pide y si bien su tono sigue siendo pacífico, su voz suena entre dientes.

—No eres quien para decirme que hacer, aparta que voy a hablar con Beatriz.

—Estás en mi apartamento, si quiero que te largues lo haces antes de que lo haga por mi cuenta.

El tono pacífico que llevaba en su voz ya se evaporó, y sé que las palabras que dicen son verdad, por lo que decido irrumpir.

—Cal— lo llamo por lo bajo, mi voz no sale más fuerte aún lo intente, los nervios, la angustia y la presión en mi pecho me lo impiden.

Ambos me miran, al rubio la mirada se le suaviza mientras que al pelinegro la mirada se le define más en una negativa hacia mi persona.

El Destino De Lo Imposible ✓Where stories live. Discover now