Un recuerdo olvidado

Capítulo 16

Cojo la llamada y oigo la voz de mi padre al otro lado, me quedo de piedra, por mi cara, Enzo deduce que es alguien conocido, pero no se atreve a preguntar mientras estoy centrado en la llamada.

Intento averiguar donde se encuentra, pero no me dice nada más que no puede hablar mucho y que por ahora va a sobrevivir, salvo que yo siga investigando el caso, aún no sé si es mi verdadero padre, por ese motivo solo finjo que no voy a seguir investigando, pero hasta que sepa la verdad no voy a dejar de investigar aunque sea por mi cuenta.

Se corta la llamada y Enzo me mira con preocupación, yo no sé qué decir, pero no puedo decirle que mi propio padre podría no ser quien dice ser, ya que mi padre dijo que tuviera cuidado con quien hablaba sobre el caso y demás sobre todo que tuviera cuidado con Max. Al final decido decirle que eran los secuestradores de mi padre para que supiera que mi padre está bien y que quieren un rescate.

Convenzo a Enzo para hablar mañana más tranquilamente del tema, así poder irnos a dormir y poder pensar en lo que acaba de pasar tanto en el beso como en la llamada. Le indico a Enzo que se venga a dormir conmigo en mi cama y así poder hablar antes de irnos a dormir, ya que dormir los dos en el sofá es muy incómodo, parece que no le parece mal el plan, después de decirme que está enamorado de mí.

Estamos hablando de la llamada, pero Enzo me ve que estoy un poco triste y cambia inmediatamente de tema, el tema que elige es el de que yo le gusto, estamos así hasta que noto como se me van cerrando los ojos poco a poco.

Se nos olvidó cerrar la persiana de la habitación, y la luz de la mañana entra muy potente y me molesta a la vista, abro poco a poco los ojos y veo a Enzo dormido a mi lado, al principio me extraño, pero luego me acuerdo que le dije que se viniera, es supermono dormido.

Me levanto intentando no despertarle, voy a la cocina y llamo a un conocido del hospital para que me haga una prueba de ADN sin que nadie se entere, acepta el trato y me dice que podemos vernos en 5 minutos en una cafetería cerca de mi casa, yo acepto y en una nota le pongo a Enzo que he salido a comprar un par de cosas que necesito.

Cojo lo necesario para la prueba de ADN e ir después a comprar y salgo dirección a la cafetería. Cuando llego ya está el señor esperándome, no tardo mucho en explicarle lo básico de la situación y él me dice que en cuanto tenga los resultados me avisa. Agradezco el favor que me hace, ya que no puedo confiar en nadie.

Ambos nos marchamos y yo paso por la tienda a comprar alguna dulzura y comida para la casa ya que como apenas he estado, no he comprado comida y la nevera está vacía.

No tardo mucho en volver a casa, me imagino que Enzo seguirá dormido, pero en cambio me lo encuentro saliendo de la ducha con una toalla envuelta en la cintura al principio parece que piensa que no le he visto. Intento quitar la mirada pero esque esta como un tren, tiene un cuerpo de un dios griego, en comparación con el mío que soy una persona medio flacucha y sin apenas musculos.

-Se que me has visto, no pasa nada- dice Enzo mientras se sacude un poco el agua del pelo.

-Y se que no pasa nada pero tu estas super musculoso en comparación conmigo- le contesto intentando sonar lo mas convincente que pueda, intentando no ruborizar me.

Tanto Enzo como yo apartamos miradas, Enzo se va a la habitación a cambiarse mientras yo dejo las bolsas de la compra en la cocina y las empiezo a ordenar.

Estamos decidiendo que hacer cuando me llaman al móvil, miro la pantalla y veo el nombre de Max en letras grandes y lo cojo. Me pregunta que que tal me encuentro y si he recibido noticias de mi padre, le contesto con un no, el solo asiente y se despide.

Enzo me mira con cara de preocupación, y me pregunta porque no le he dicho lo de la llamada de mi padre, solo contesto que me dijeron que no querían más policías buscando les, solo a mi y que no quería poner en peligro a Max. Es una mentira pero como dijo mi supuesto padre no puedo confiar en nadie.

El resto de la semana de vacaciones la pasamos de un lado para otro de la ciudad, visitando museos, parques y lugares de ocio nocturno, para que conociera sitios nuevos, que Enzo ya conocia de cuando vivía aquí, pero sin que Enzo ni nadie se entere yo sigo investigando para descubrir la verdad detras de todos los recuerdos que me han ido apareciendo a lo largo de este caso.

Ya son casi las ocho de la tarde y mañana vuelvo al curro, estoy preparando el uniforme cuando empieza a sonar el teléfono, miro la pantalla y me doy cuenta que es el médico al que pedí que realizara el examen de ADN.

- Hola, ¿ya sabes si lo que te pedí es verìdico o no?- le pregunto después de saludarnos y comprobar que no hay nadie más cerca.

- La muestra que me diste no coincide con tu ADN, entonces ya sabrás lo que quiere decir, tu padre no es tu padre. Eso si tu muestra coincide con alguien fichado hace doce años y con una chica muerta.- me dice el médico.

Yo estoy flipando, le pregunto que si me puede pasar el informe de con quien coincide la muestra, y al rato de colgar me llega un mensaje diciendo que ya me ha llegado la información.