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POV Edmund

A la mañana siguiente pude ver cómo el telmarino despertaba desconcertado.

— ¡¿Hola?!

Negué al tiempo que dejaba de acariciar el lomo de Draco.

— Ve a saludarlo y dile que yo me encargaré de Miraz, que su trono volverá a sus manos.

Draco asintió y se dispuso a salir de detrás de los arbustos y rocas siendo yo el único espectador.

— Buenos días príncipe -saludo educadamente dando una leve inclinación.

— Buenos días, ¿Usted me libero?

No pude evitar soltar una risa ante su formalismo.

— No, fue mi compañero de aventuras, él me pidió que le dijera que no se preocupe más, su trono volverá a sus manos y Miraz ya no será un problema.

El asintió y volteo a dónde yo pero no me mostré, sabía que él sabía que yo estaba allí por el simple hecho de que escucho mi risa.

— ¿Al menos podría saber su nombre? -pregunto viendo hacia donde yo me encontraba oculto tras los arbustos y rocas.

— Me temo que eso no será posible majestad, pero podría llamarme como usted guste -dije y el telmarino desvío su mirada a Draco.

— ¿Usted si me proporcionará su nombre? -cuestionó y Draco asintió.

— Draco, majestad, ese es mi nombre y me lo otorgó el chico del faro que está detrás de las rocas.

— ¿Chico del faro?, En Narnia no hay faros a menos que estemos en una costa, ¿Son de alguna isla?

Sonreí ante su curiosidad.

— No majestad, y disculpe que lo contradiga, pero si hay un faro en tierra, solo que nadie en la actualidad lo ha podido ver por miedo a ir más haya y si nos disculpa, nos retiramos -finalizo haciéndome sonreír aún más.

POV Caspian

En cuanto el grifo volvió tras los arbustos, no tardó ni cinco segundos en salir volando con el chico misterioso que la Reina Lucy me encargo buscar.

¿Que debía de hacer?, ¿Seguirlo?, Esa no era una opción puesto que no lo alcanzaría jamás por lo cual preferí regresar, le contaría todo a la Reina Lucy puesto que fue quien me pidió seguirlo.

El viaje de regreso sería sería cansado y tendría que tener cuidado de no caer en otra trampa porque está vez no habría chico misterioso que me salvará.

Cuando por fin llegué lo primero que ví fue al Rey Peter que entrenaba con uno de los centauros, lo pase de largo y junto a la pequeña manada de lobos que había se encontraba la Reina Lucy que jugaba con el cachorro de la manada.

— Su majestad, ¿Cree que podamos hablar? -dije y ella me sonrió.

— Claro que sí... Ya vuelvo pequeño -dijo despidiéndose del cachorro que movió su colita de lado a lado feliz.

Nos encaminamos a la parte más alta de la fortaleza en completo silencio.

— ¿Cómo era él? -cuestionó una vez estuvimos sentados cercas el precipicio.

— No lo pude ver pero si a su acompañante, Draco, un grifo -dije y ella sonrió como si le hubiera dicho lo que quería escuchar.

— Los grifos suelen vivir cercas del bosque de occidente, ese grifo, Draco, ¿Dijo algo más?

Le asentí con una pequeña sonrisa.

— Presento al chico como "el chico del faro" -dije y ella abrió sus ojos más de lo normal.

— El faro del bosque... -murmuró a lo que indague.

— En el bosque de occidente hay un faro, cercas de él fue por dónde llegamos la primera vez que estuvimos en Narnia, Susan una vez antes de irnos paso por allí huyendo, fue rescatada por algo que nunca supo explicar, su secreto... Dijo que era el Duque del Páramo del Faro quien la salvó, Peter y yo solo la tiramos a loca porque cuando fuimos a investigar no había nada, ni rastro siquiera de algún narniano, pero ahora se que Acusan ocultaba a nuestro hermano, a Edmund -finalizo pensativa, su mirada se perdia en la inmensidad del bosque y no volvió a decir palabra por lo cual simplemente me quedé en silencio acompañándola.

POV Narradora

La noche había caído en Narnia y los narnianos convivían en armonía mientras que en el castillo telmarino, Miraz recibía en el amplio salón del castillo al chico de hielo que estaba completamente solo, sin su fiel acompañante a su lado.

— En verdad sería muy vil matarme frente a tantas personas que lo creen digno del puesto solo por no aceptar un enfrentamiento digno contra mi, cómo se debe y es considerado correcto -dijo el joven pelinegro viendo directamente a los ojos al usurpador de Miraz que mantenía una mano en su barbilla.

— Suponiendo que aceptará, ¿Que ganaría yo?, Ni siquiera se tu nombre.

Edmund sonrió con burla ante su fingido aburrimiento.

— Lo sabrá antes de que muera por el filo de mi espada -dijo causando que Miraz se levantará de su trono.

— ¡Solo aceptaré si me dices tu nombre niño irrespetuoso!

El pelinegro rio ante eso.

— Soy mucho más mayor que usted señor y que mi apariencia no lo engañe, los ingleses solemos tener trucos bajo la manga -dijo Edmund recordando las guerras que vivían con constancia cuando era un niño.

— ¿Ingleses?, ¿Y esos quienes son? -cuestionó uno de los tantos presentes.

— Son personas que habitan Inglaterra, un lugar fuera de este mundo, al igual que ustedes no pertenezco a Narnia -finalizo tranquilamente.

Continuará...

20-Nov-22

El Rey De Occidente Où les histoires vivent. Découvrez maintenant