10

457 65 4
                                    

Narradora

El invierno jamás estuvo tan cálido como esa tarde en que el joven Rey paciaba por su reino en busca de alguna irregularidad, solía hacerlo cada tercer día desde que tomo el mando.

Los súbditos recibían una sonrisa de parte del Rey sin excepción alguna y quizás era lo que más amaban del cálido joven que les brinda seguridad.

Caminaba distraído saludando a una anciana vendedora de telas cuando un cuerpo un poco más pequeño que el suyo choco conté él.

— Discúlpeme, no era mi intención atravesarme en su camino, ni siquiera me hubiera salido tan bien si lo planeara –dijo rápidamente viendolo fijamente a los ojos.

Caspian le sonrió enternecido, el chico que parecía de su edad, quizas dos años menor tenía un toque misterioso.

— ¿Porque planearias chocar contigo? –cuestiono el Rey entrecerrabso sus ojos.

— Quizás para robarle algo su majestad –dijo con un toque burlesco, casi odioso.

Caspian juraría que esa voz la había escuchado antes, pero el chico no le era familiar.

— No creo que robarme algo sea prudente considerando que todos nos observan pequeño.

El Rey pudo notar como la expresión burlesca del joven había cambiado a una de molestia.

— Pequeño será usted –dijo lleno de indignación.

El de menor estatura se giro y comenzó a despotricar mientras se alejaba siendo seguido por un curioso Caspian, cuando llegaron al final del pueblo el de cabello largo dió un vistazo hacia el pueblo antes de seguirlo.

— ¿Puedo saber a dónde va? –cuestiono corriendo un poco para quedar a su lado.

— Voy al bosque de occidente, mi amigo se tubo que ir porque su pareja está teniendo a sus hijos y no pudo acompañarme, por eso iré a pie.

Caspian abrió en sorpresa los ojos al tiempo que paraba de golpe.

— ¿Quiere venir a una aventura su majestad?

Caspian ni lo pensó antes de decir un "Si" y correr de regreso al pueblo logrando confundir al chico de menor estatura.

Con curiosidad lo espero, quizás unos minutos no le haría daño a su retrasado regreso.

Cuando Caspian regreso no lo hizo solo, con el traía dos caballos que saco de las caballerizas reales.

— Vamos –dijo el Rey entregándole la cuerda que sujetaba al caballo.

El viaje comenzó en completo silencio, no era incómodo pero si le causaba aún más curiosidad al de cabello largo.

(...)

— ¿Y cuál es su nombre? –cuestiono Caspian luego de casi una hora cabalgando.

— Ed, ¿Usted es Caspian?, Cierto majestad.

El de cabello largo asintió viendolo aún más intrigado, ese nombre lo había escuchado, pero de eso ya iban casi seis meses.

— ¿Has vivido aquí siempre? –cuestiono esperando que fuera su chico misterioso.

— Se podría decir que si, suelo estar de pueblo en pueblo buscando aventura y cosas nuevas para contar a mi familia.

Caspian asintió pensando que su chico misterioso no tendría una familia más que a su fiel compañero de aventuras y este chico andaba a pie y no en un grifo, no era él.

— ¿Tu amigo entonces será papá? –indago tratando de encontrar algún indicio de que su afirmación fuera errónea.

— Si, conoció a alguien que lo hace feliz y pues, ahora tendré algo así como sobrinos.

Caspian asintió viendolo en espera de que le aclarara sus dudas.

— Nos conocemos desde que el era pequeño y prácticamente vivimos juntos.

Caspian asintió descartando su última esperanza de que si fuera el chico del faro.

El camino sería largo y tendrían que descansar en algún punto.

POV Caspian

La pequeña fogata que había logrado crear era lo suficientemente cálida para los dos aunque podía notar un deje de incomodidad en Ed.

— ¿Porque acompañarme?

La pregunta me tomo desprevenido, ¿Que le diría?

— No podías dejar que uno de tus súbditos pusiera su vida en riesgo, ¿Estoy en lo correcto?

Le asentí sin realmente ser esa mi respuesta, no podía decirle que tenía la esperanza de ver a un chico que nunca conocí realmente.

— Supongo que gracias, es más divertido una aventura si huele a peligro, pero es aún más atrayente si es acompañado.

Asentí un tanto desconcertado, este chico era algo raro pero a la vez su sonrisa burlesca lo hacía agradable.

— No creo que haya peligro, al menos no más –dije después de un tiempo en que note que desabotono uno de los botones de su camisa.

— Eso nunca se sabe majestad, pero bueno, deberíamos descansar.

Asintiendo a sus palabras me dispuse a acomodarme mejor sobre la tierra, tal vez me precipite mucho al no traer material necesario para acampar correctamente.

Cerré los ojos intentando conciliar el sueño pero algo en mi interior se removía inquieto.

(...)

Intenté dormir, de verdad que si lo intente pero simplemente no pude.

Observe mi alrededor y Ed dormía plácidamente con la boca ligeramente separada, uno de sus dientes se podía observar con claridad gracias a que brillaba un poco por el reflejo del fuego.

— Tuviste que aparecer en mi vida para lograr atreverme a buscar a ese desconocido, realmente fue un impulso acompañarte pero no me arrepiento... Espero ser un buen compañero de aventuras.

Tal vez era mal sano observarlo mientras dormía pero no podía evitarlo, si le quitaba el rostro bien cumplía con las descripciones de mi chico del faro.

Con el tiempo mis ojos pesaron y el cansancio llegó logrando que un ruido proveniente de mi mismo me despertara de golpe.

— No sabia que su majestad roncara.

El calor extendiéndose en mis mejillas me hacía saber lo mucho que estaba avergonzado, ¿Debería culpar a la mala postura?, Por supuesto que sí.

Si sonrisa burlesca y mirada brillante me hicieron sonreír aún con más vergüenza de la que ya tenía, ¿Cómo era posible que me permitiera esta situación?

— Espero que no vendas esta historia en el mercado negro –dije sabiendo que esos negocios eran delito y que ya no existían cercas de su reino.

— Aunque quisiera no podría, no tengo conmigo una grabadora de voz portatil –dijo entre burla y un toque de tintes nostálgicos.

— No se a que te refieres con eso –decidí decir ante mi falta de conocimiento ante la mención de una grabadora de voz, ¿Cómo era eso posible?

— Es lindo cuando pareces un niño perdido, seguro que a Peter le agradarías.

Frunció el ceño ante la mención del Rey Peter.

— Dudo mucho que al Gran Rey Peter sea a alguien que le agrade, al menos no mucho.

Ed asintió con una pequeña sonrisa ante la confusión del telmarino.

— No hablo de ese Peter... Papá me leía ese cuento antes de dormir, ¿Te lo cuento?, Hay dos versiones.

Asentí encantado de escucharlo.

Continuará...

08-01-23

El Rey De Occidente Where stories live. Discover now