Cap 21: Se te cayó la careta.

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Santa Fe, 20:37 hs, yo, mi mamá, la plaza y muchas preguntas en mi mente.

Mi vieja había estado ocupada todo el día, sino salíamos más temprano, pero bue.

Pablo se había quedado solo en la casa con Iván, se supone que en este momento ya deben estar teniendo la charla que les hacía falta. Por mi parte, tenía muchas preguntas para Maria, mi mamá, la mujer que por un momento estuve a punto de odiar.

-Bueno hija, de que queres hablar?- Me dijo mi mamá cuando se sentó en un banco de la plaza.

-De tu cambio, de tu ambición.- Le dije.

-Bien, te escucho.- Me dijo severamente.

-Yo puedo entender mucho tu sufrimiento por la muerte de papá, puedo entender tu intento de superarlo, pero vos ya no sos la misma, ni siquiera sé si de verdad sos vos, esa mujer que me decía que lo más importante era el amor.- La miré directamente a los ojos mientras me desahogaba un poco con ella.

Ella al inicio solo se quedó paralizada mirándome, después dejo de mirarme, bajo sus ojos y agarró mis manos.

-Los tiempos cambian, la gente cambia, mi amor. Yo me di cuenta de que en este mundo el amor no es lo principal, la vida es muy dura, y aveces, necesita abrirte los ojos de maneras crueles, pero yo me voy a hacer cargo de que vos y tu hermano tengan el futuro asegurado.- Me dijo de manera "amable".

-¿Cómo que el futuro asegurado mamá?- Le pregunté confundida.

-Pablo nos esta ayudando en eso, él tiene mucha plata y...- Interrumpí a mi madre para contradecirla.

-¿Qué decís mamá? Acaso es lo único en lo que pensas, plata?- Le dije interrumpiéndola y decepcionándome de sus palabras.

-Pienso en tu futuro, en tu futuro y en el de tu hermano.- Me respondió.

-Mamá, yo y Matías te necesitamos a vos, siempre te necesitamos a vos, yo y Matías ya somos grandes, estamos estudiando una carrera y solos vamos a salir adelante, pero con tu apoyo sería más facil, con tu apoyo mamá, no con la fortuna que queres darnos.- Le dije intentando que entré en razón.

-Aún estas muy joven para entenderme, pero lo harás.- Me dijo acariciando mi cara.

-¿Vos amas a Pablo?- Le pregunté aún sabiendo la clara respuesta.

-No, no lo amo, pero es... un buen hombre.- Me respondió.

-Él es una buena persona, por eso no te da algo lastimarlo?- Le dije.

-No toda la gente puede ser feliz al mismo tiempo, algunos deben sufrir para que otros triunfen.- Me dijo muy segura de sus palabras.

-Cuando papá seguía con nosotros eramos felices, no teníamos la re plata, pero eramos felices, ¿por qué ahora debería ser diferente? Mamá solo necesito que entendas que no te tenes que meter con hombres que no amas por plata, podemos buscar la felicidad de otra forma.- Le dije de forma insistente.

-Aunque vos no queras las cosas van a seguir así, y cuando lo entendas me vas a agradecer.- Me dijo.

-No puedo creer que esas palabras salgan de tu boca, sos tan diferente, no parece mi mamá.- Le dije decepcionada de ella.

Cuando hablaba de que había investigado más este temita, hablaba de que de verdad había investigado más, había investigado tanto que, pude descubrir que mi mamá tenía un amante.

-Hija... aunque no hayamos tenido tiempo de hablar, te extrañé mucho todos esos años que no te vi, te extrañe mucho a vos y a Mati, ¿cómo esta él?- Me preguntó interesada en mi respuesta.

Amantes enemigosWhere stories live. Discover now