Podrás ver mis heridas aún marcadas, pero si no sabes la historia de cada una no sabrás cómo duelen aunque ya estén sanas.
Esa es la diferencia entre el amor en la mente y el amor en el alma. No digo que estar triste por cosas pasadas esté bien, solo digo que si supieras el porqué no me juzgarías.
Mi tristeza y la tuya es diferente, yo he conocido el dolor y cuando el fantasma viene de visita me enrollo en un rincón y espero que se vaya. Y tú... disfrazas tu dolor de alegría falsa, te embriagas la cabeza hasta olvidar; y como te habrás dado cuenta cariño, los recuerdos no se borran por más alcohol que consumas.
Perdiste porque yo no necesito a nadie para levantarme, aprendí a pasar esto yo sola. El mayor peligro que supone mi compañía es que no necesito la compañía de nadie para tener estabilidad.
Puedo llorar noches enteras pero sé que cuando el momento llega puedo verte hacia abajo con desprecio, porque llorar no me hace débil, sufrir no me hace incapaz, porque estar herida no me convierte en alguien derrotada.
Tomaras decisiones difíciles en esta vida, pero si decidiste amarme espero al menos estes listo para perder la cabeza. No hay nada aquí que tenga coherencia porque simplemente no hay nadie como yo.
Agradece al cielo que tuviste la oportunidad de conocerme. Y maldice al infierno que no te advirtió con tiempo que no hacer para no arruinar todo.
