¿Pueden los hombres realmente quedar embarazadas?

Capítulo 1 : Autobuses noctámbulos, Gringotts y limpiezas

"¡FUERA NIÑO! ¡AFUERA! ¡NO VUELVAS!", me gritó tío Vernon. Corrí escaleras arriba, tomé todas mis pertenencias e inmediatamente las arrojé dentro de mi baúl. Envié a Hedwig al Leaky porque allí me quedaré durante el resto de las vacaciones de verano.

Rápidamente salí corriendo de la maldita casa con mi baúl en mano. Me senté en la acera contemplando cómo llegaría al Caldero Chorreante. Tomé mi varita, jugueteé con ella y comencé a golpear mi mano, luego, cuando la golpeé en la acera, un autobús llegó inmediatamente frente a mí. Un hombre salió del autobús vestido con una especie de uniforme.

"¡Hola! ¡Soy Steve y este es el Autobús Noctámbulo! ¿Hacia dónde vamos jovencito?", dijo el hombre que bajó del autobús.

"Uhm, ¿podemos ir al Caldero Chorreante? Sólo necesito encontrar un lugar donde pasar la noche", respondí mientras el hombre tomaba mi baúl y la jaula vacía de Hedwig. Lo trajo dentro del autobús después de que yo entré. Ninguno de nosotros notó que un perro negro nos observaba en silencio desde los árboles.

"Te protegeré Prongslet, solo necesito encontrar cierta rata primero". , pensó para sí mismo el perro negro o quizás cierto prisionero fugitivo.

"Sí, claro, niño, eso sería 10 Sickles", dijo el hombre después de colocar mis cosas en el asiento a mi lado. Saqué mi bolsa que todavía tenía dinero de mi último viaje a Gringotts con la Sra. Weasley. Le di exactamente 10 Sickles, luego me dio un boleto morado y el autobús arrancó.

Decir que el autobús fue rápido es quedarse corto. ¡Corría muy rápido! Se siente como a mil millas por segundo. Después de unos buenos 15 minutos, el autobús finalmente se detuvo frente al Caldero Chorreante.

"Aquí está tu parada, niño. ¡Espero que tengas una agradable estadía allí!", me dijo el hombre cuando me dejó a mí y a mis cosas frente al Caldero Chorreante. Cerró la puerta y el autobús desapareció de la misma manera que llegó antes frente a mí.

Entré al Caldero Chorreante y me acerqué a Tom el Barman.

"Eh, ¿puedo alquilar una habitación por unos días?", pregunté.

"Sí, claro, ¿ese sería 6 Sickles Sr.?", respondió Tom sin mirarme porque estaba ocupado buscando una llave en su cajón.

"Uhm Potter, Harry Potter", en el momento en que dije eso, Tom se quedó helado y me miró con una llave en la mano.

"¿El Ha-Harry P-Po-Potter? Bueno, aquí tienes la llave de la habitación 13", farfulló Tom mientras le entregaba la llave. Le di las gracias y subí mis cosas a la habitación. Ya era de noche, miré por la ventana y vi la luna brillando intensamente. Bostecé y decidí acostarme en la cama. Hmm, ¿qué debo hacer durante el resto del verano? Recordé que ya recibí mi carta de Hogwarts, así que mañana iré de compras, pero primero necesito visitar Gringotts. Con todo planeado me quedé dormido.

Llegó la mañana y me levanté de la cama. Se bañó, se cambió de ropa, desayunó abajo y luego inmediatamente caminó hacia el edificio blanco llamado Gringotts.

Cuando entré vi a varias brujas y magos entrando y saliendo. Busqué por todo el lugar una línea corta pero luego vi que Griphook estaba disponible. Caminé hacia él y le dije:

"Buenos días, Griphook, que tu riqueza prospere y tus enemigos se encojan de miedo. ¿Puedo solicitar un carrito hasta mi bóveda? Me gustaría hacer un retiro para mis necesidades escolares", dije con tono de respeto. He leído en un libro que si tratas a los Goblins con respeto, ellos también te respetarán.

Por supuesto, leía si Hermione no me estuviera obligando a salir de la biblioteca cada maldita vez, habría leído más. En realidad no soy estúpida, sólo escondo mi inteligencia porque no quiero que Granger empiece a gritar que es la más brillante de nuestra generación y que la competencia es una manera de hacerla peor de lo que ya es.