Capitulo 10

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Habían pasado tres horas desde que me despedí de Alex, ya sentía como si esto fuera una eternidad, iba a hacer mi cometido.

Infiltrarme en la base enemiga.

Aunque no tenía muy claro si este plan saldría bien, ni estaba confiando de que saliera bien, debía hacerlo, quería que todo esto acabase a donde de lugar.

"-Chico recuerda, tienes que fingir que eres uno de ellos –Dijo Carter mientras había un armario que estaba en una esquina del salón.

Agarraba una taza de café entre mis manos mientras Alex estaba acariciándome la espalda, se notaba muy preocupado.

-¿Cómo?

Carter saco del armario una caja con un uniforme bien doblado y una identificación- Con ustedes, Mark Stone, soldado raso

Carter y Gabriel reían a carcajadas mientras deleitaban sus paladares con un vino blanco, mientras que Alex solo se encargaba de estar más cerca de mí, como si este fuera el último adiós.

-Veras Stewart, tienes que ir con este uniforme puesto, como puedes ver ahora eres Mark Stone –Gabriel reía mientras pronunciaba estas palabras.

-¿Qué le vez de cómico?

El frunció el ceño hacia Alex- Eh tú, deja la mariconeria que Stewart no se va a morir –Tomo un trago del vino de la copa- no lo tiene, solo quería soltar un poco de buen animo

Pues no parece... -Pensé mientras miraba la tachuela sobre el Ayuntamiento.

-Partirás en unos minutos, te daremos un walkie talkie de largo alcance para que estemos en contacto, descuida no nos moveremos de este sitio, si algo, te entregamos una pistola cargada y munición en caso que las cosas se vean mal ¿Entendido?

Suspire, agarre el hombro de Alex y lo apreté con algo de fuerza- Entendido..."

Ahora me encontraba a escasos metros de la puerta del ayuntamiento, Gabriel tenía razón al decirme que no se fijaban en quien entraba en el recinto.

Muchos de los soldados que veía en mi camino parecían seguros y amigables, dialogaban entre ellos y uno que otro me cruzo un saludo, muchos de ellos parecían chicos recién salidos de la secundaria sin aun tener un futuro en frente y a la vez se veían muy ajenos a lo que en realidad pasaba, esto comenzaba a darme mala espina.

Atravesé el gran vestíbulo donde colgaba en él una pintura de Evana, sentía como mi cien se calentaba y mis manos se calentaban, no puedo creer que mi novio, sea hijo de esa bruja.

-Disculpa... ¿sabes dónde se encuentra el Ala Este? –era una voz femenina y aguda la que preguntaba, no sabía qué hacer en ese momento.

Di media vuelta hacia la voz, trataba de parecer seguro aunque ahora mismo este temblando como una total gallina.

-La verdad no lo sé, aunque yo también necesito ir para halla

-Está bien, vamos juntos, me gustaría conocer gente nueva.

-¿Cuántos años tienes?

-Dieciséis ¿Luzco mayor cierto?

Mierda... ¿qué hace esta chica de tan corta de edad por acá? Ya de por si era raro ver mujeres en las líneas enemigas.

-La verdad que si –estire mi mano hacia ella, estaban algo sudorosas por los nervios que tenía- Stewart.

-Lucy –dijo ella estrechando mi mano- No luces de acá ¿me equivoco?

Daylight; 2050Where stories live. Discover now