Capitulo seis

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Capitulo Seis

-Una chica en una de espaldas tomaba un poco de vino tinto- A que tienes miedo… si al fin y al cabo este es el punto de éxtasis y culminación de la vida misma donde todo lo que hemos hecho en la vida recoge sus fruto y algo invisible o dios como quieras llamarlo nos juzga con mano de hierro… como un crítico en vinos, que prueba el agridulce sabor de cada tipo de vino, analizando, saboreándolo, dejando que el gusto juegue con su lengua, en un soneto de armonía para al final decir su criterio, así es este punto de éxtasis al que llamamos muerte ¿no es lindo? Librarte de las cosas materiales que tanto te agobiaban, impuestos, dinero, el matoneo todo a su fin como cuando acabas un libro ¡Pero! Esto es distinto… esta es la etapa donde la vida real comienza y la ilusión se acaba –se levantó de la silla y dio dos pasos hacia mí- Hola Stewart –dejo la copa en el suelo- ¿me extrañaste? –debí reconocer su voz… Evana.

Suspire y me senté en el suelo frente a ella- Me atormenta la idea que cada vez que sueño estés acá ¿no hay otros niños que asustar?¿tu hijo por ejemplo?

-Lo que pasa es que en tu cabeza es un laberinto –se agacho hasta quedar a altura mía- no sabes la salida hasta que la buscas más de treinta veces y en el camino te encuentras con muchas sorpresas –sonrió y paso un dedo por mi cabello- me sorprende cuantos secretos puedo encontrar en tu mente… secretos y recuerdos que puedo robar –sonrió ella como un científico hambriento de conocimiento.

La empuje un poco- aléjate… vete…

-¿No entiendes que solo no puedo irme? –Suspira- acompáñame… -agarro la copa de vino y atravesó una puerta que se confundía con lo blanco de la sala.

-¿Y si no quiero?

-Bueno eh escuchado que la muerte es un camino muy oscuro –sonrió y dio un sorbo a la copa- ¿Hmm no te duele por casualidad la pierna o el hombro? Lo siento en tal caso creo que debí avisar que dispararan en tu cráneo…

-Espera –comenzaba a doler la pantorrilla donde recibí el disparo- tu maldita perra

-No es necesario agradecer –sonrió y termino el contenido de la copa y dio media vuelta hacia mí- ahora ¿quieres saber que pasara ahora o quieres morir sin saber que depara el futuro para tu noviecito?

Bufe y la acompañe tras el ascensor, comenzó a descender lentamente mostrando pasajes de los hechos sucedidos hasta ahora, la bomba atómica, el desequilibrio de la sociedad, las inminentes guerras… agache la mirada no podía apreciar como algo tan bello llego tan rápido a su perdición a manos de su propia creación, en cambio Evana miraba atenta y asombrada como si se trata de un niño que llega por primera vez al zoológico, la destrucción para ella era más bien algo fascinante y el mero hecho de reconstruir algo desde las cenizas era como un juego placentero.

-¿No es hermoso….? –levante lo ojos mirándola si emitir palabra alguna- todo esto… -acaricio la fría pared del ascensor donde proyectaba esas imágenes- la destrucción… el caos… la sangre… la desesperanza –trago saliva ella y siguió sonriendo- cuanto empeño habrá realizado esta gente para revolucionar y cambiar y mejorar… lo que no puedes tener tienes que someterlo y eso es hermoso… alterar a nuestro antojo algo que ellos mismos no se dedican a cambiar

El resto del trayecto fue silencioso… no había de que hablar y mejor así, podía pensar en muchas cosas ¿Qué estará haciendo Alexander ahora mismo?

-Ya llegamos –dijo ella algo seria y agarro una barra de chocolate que había sobre una mesa- anda con confianza… -guiño el ojo y se llevó otras tres en la otra mano.

Daylight; 2050Where stories live. Discover now