Enumeraba los días que habíamos pasado juntos desde que llegaste. Enumeraba las conversaciones que habíamos entablado aunque, solo yo podía escucharte y solo tú hablabas. Trataba de contar las noches que te acompañe y las mañanas en las que te vi despertar; eran demasiadas.
Había pasado mucho tiempo, tu dolor no se desvanecía y el mío solo se fue haciendo mayor. Otra mañana, otro desayuno en soledad, otra taza de café caliente, otra silla ocupada por ti, y yo frente a ti observándote. Por alguna razón tu vista cansada se desviaba hacia la ventana; no veías al frente donde yo estaba. Sostenías la taza entre tus manos, y el humo pasaba frente a tu rostro; si en vida hubiera notado la hermosura que irradiabas en las mañanas, a pesar de tener los ojos rojos e hinchados, me habría quedado.
Me di cuenta de que era un completo idiota. Te deje antes de haberte llegado a amar de verdad. De nada me sirve arrepentirme ahora, pero no me quedaba nada que hacer. Arrepentirme por lo que dejé atrás ocupaba un gran porcentaje de mi tiempo, casi tanto como admirarte y sonreír ante lo mucho que voy aprendiendo de ti.
Que mi castigo dure toda tu vida, si con eso tengo asegurado que te veré cada mañana y cada noche al irte a dormir; y que podré ser parte de ti un tiempo más.
Espero que les guste, vamos casi por la mitad de la historia. Me encantaría que comentaran y votaran si les gustó.
Ale_Urlá
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El Alma de un "Amigo Imaginario"
Short Story¿Cuántas veces has tenido a tu destino junto a ti? Él lo tuvo más cerca de lo que creía cuando estaba vivo, tan cerca que fue muy estúpido al no darse cuenta. Su alma y la de ella encajaban perfectamente; la imperfección de ella le daría sentido a s...
