El Alma de un "Amigo Imaginario"

Capítulo 11

Hace tanto tiempo desde que te fuiste; desde que vi tu vulnerabilidad por última vez, la vulnerabilidad que te hace fuerte; desde que vi tu imperfección por última vez, la imperfección que jamás merecí tener, eras demasiado para mí. Cuando saliste por la puerta traté de ir contigo, pero no me lo permitieron, no me permitieron salir de la casa. Quería ir y estar contigo para siempre, algo que fui incapaz de desear en vida, pero me fue imposible convencerlos de dejarme.

Leyendo las palabras de la pared se me va el tiempo, aunque sigo escuchando tu voz y viendo tu rostro en mi mente; me hace falta tu alma junto a mí, tu sombra para tener a alguien con quien hablar, tus ojos para recuperar la esperanza y tu sonrisa imperfecta para al fin poder tener la fe que nunca me fue otorgada. El castigo que me fue impuesto al fin es revocado y la libertad que tanto añoraba cuando estaba vivo no es para nada como yo esperaba, sin ti no tiene sentido ser libre, solo tú me haces libre.

Hoy dejo mi casa, la casa que murió conmigo y revivió contigo. Seré llevado al fin, al lugar donde los amigos imaginarios van. La incertidumbre recorre cada parte de mí; mi cuerpo invisible al fin será dejado de lado y no quedará nada más que mi esencia en este lugar. Nada de lo que pasará es seguro, esa inseguridad me hace sentir temeroso de todo.

Por última vez estoy en este pasillo oscuro, vacío y sin vida. Siempre solo en ambos mundos. Todo se ilumina, la luz al fin ha llegado por mí. Camino hacia ella sin la más mínima posibilidad de escapar. Entre más me acerco menos recuerdo lo que soy, mi piel se desprende poco a poco y desaparece, mi corazón late acelerado, mis pies se elevan del suelo y una brisa suave ondea mi cabello... La luz me envuelve de golpe; siento tu risa, siento tu paz, siento tu amor y toda la belleza que me enseñaste a ver. Todo me abraza tierna y eternamente hasta el olvido.

Hasta pronto "amigo imaginario"