Recordé a mi familia cuando sacaste el álbum de fotografías que guardaba en el primer cajón de mi cómoda.
Lo tomaste entre tus manos y lo observaste curiosamente; abriste la primera página y ahí estaba mi fotografía favorita en todo el mundo, una fotografía en la que estábamos juntos y sonreíamos de verdad. Seguiste pasando las páginas, sentada en el sofá de la sala, y sonreías con todas las fotos que veías; me senté junto a ti y observé como pasabas tu dedo acariciando mi rostro en la última foto.
Cerraste el álbum y lo abrazaste como si tuvieses que protegerlo con tu vida, como si fuese tu mayor tesoro, mientras una lágrima rodaba por tu mejilla. Siempre pensé que al momento de morir renacería o algo por el estilo, no fue así. No renací en otra vida, en otro cuerpo o en otro mundo. Por el contrario, mi alma se quedó suspendida en ti, en tu vida, y en tu universo. Supuse que no podría hacer nada para ser libre pero, sí había algo que me daría libertad y ese algo eras tú.
Al momento de que tú fueras libre, yo también lo sería; yo, tu amigo imaginario, sería libre al momento en el que me dejaras ir. No quise que me dejaras ir, pero quería tu libertad; no quise ser un alma libre, pero quería que tu alma lo fuera. En ese momento me resigné y acepte que en mi otra vida ya no estarías tú. Tuvimos una oportunidad de que nuestras almas fueran libres juntas y yo simplemente las condené a no serlo nunca, dejando la tuya a la deriva.
Espero les guste este capítulo, dejen sus votos y comentarios.
Ale_Urlá
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El Alma de un "Amigo Imaginario"
Short Story¿Cuántas veces has tenido a tu destino junto a ti? Él lo tuvo más cerca de lo que creía cuando estaba vivo, tan cerca que fue muy estúpido al no darse cuenta. Su alma y la de ella encajaban perfectamente; la imperfección de ella le daría sentido a s...
