1-EL INICIO DE LO MEJOR

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Vamos, es mi historia, así que obviamente es lo mejor, empecemos con mi nombre. Mi nombre es Alejandro, nombre de campeones y hombres guapos, soy mexicano de nacimiento y desde que tengo memoria hasta ahora siempre he vivido en la capital de México, anteriormente conocida como el DF, ahora conocida como la CDMX. Aunque antes me enorgullecía, ahora no puedo decir lo mismo de lo que solía hacer; en la preparatoria cuando apenas tenía 15 años me encantaba ser todo un casanova, tenía novias por montones, tal era mi suerte, fama y experiencia que bien podría haber cambiado mi nombre a Don Juan Tenorio y nadie habría notado la diferencia, excepto por la barba claro.

El único que me decía que no lo hiciera porque estaba mal jugar con los sentimientos de las personas y hacer esas cosas, era mi amigo Neall (Ya sé, vaya nombre que se carga, ese tipo de nombres sólo funcionan si eres ladrón de cuello blanco o algo así), él siempre fue muy correcto y me decía que me llegaría el Karma, ya que él creía en esas cosas de la espiritualidad, ying y yang, en Gandalf, etc.

Para este punto ya te habrás dado cuenta que me gusta ser sincero, decir las cosas como son y decir un par de comentarios un tanto irreverente, pero bueno este relato está plagado de esto, aunque no es lo único, viniste a leer una historia de amor y eso es lo que tendrás, porque es lo que te mereces después de una página y media de puras tonterías.

Tenía varios planes para mi vida y empecé la Universidad en C.U. (Ciudad universitaria) en la máxima casa de estudios que es la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y la que es considerada una de las mejores universidades a nivel mundial. Pero mi madre enfermó, así que cuando sólo llevaba un año de estudios decidí empezar a trabajar para ayudarla, siempre con la esperanza y que con la idea de que cuando esa mala época pasara yo volvería a la universidad para continuar con mis estudios y mi cacería de chicas.

Mi padre trabajaba en una empresa de investigación y desarrollo tecnológico, o sea para ser más claros investiga campos de la ciencia que son prometedores pero poco desarrollados, invierte y luego vende los productos, patentes o sea cual sea en lo que haya puesto su dinero en venta a precios grandes; una empresa que, le dio un plan a mi padre, crear con el tiempo una empresa asociado a esa en la que él ya trabajaba, claro que esta estaría a su cargo, su idea inicial es que fuera autónoma, pero eramos de clase media, así que lo que se necesita para lograr eso es algo muy importante:

¨La decisión de seguir tus sueños¨.

Ja, no, la verdad es que son socios para tener un dinero inicial de inversión, esto es una historia de amor, no un libro de autoayuda. Así que mi padre se hizo socio de un hombre que tenía una escuela de ciencias, y el hombre lo ayudó a desarrollar los primeros proyectos. El trabajo de mi padre era recibir inventores, desarrollar sus proyectos y venderlos, y con la ayuda de este socio encontrar cerebritos era mucho más fácil.

Cuando mi madre enfermó como tal yo sólo tenía la preparatoria terminada, por lo que mi papá le pidió a su socio que me consiguiera un trabajo, este por ser yo quien era me dio un empleo bastante bueno en una escuela primaria, no me puedo quejar, soy asistente del director del plantel. Mi trabajo consiste en tener checados a los maestros, atender las quejas de los alumnos ardidos, organizar algunos eventos en la escuela y sobre todo hacer toda la papelería que el director necesite y aunque tengo la ayuda de su secretaria es un trabajo que a veces termina agobiando, pero que te mantiene entretenido.

Bueno, el inicio del fin se dio justamente en esa escuela, ¿Han escuchado ese dicho de que todas las maestras de inglés son guapas? Bueno, el tipo que dijo eso por primera vez o era ciego o tenía gustos demasiado amplios, yo por mi parte he llegado a la conclusión que esto no es del todo verdadero, de hecho, según mis análisis sólo hay 2 tipos de maestras de inglés:

-Las ancianas que son exigentes, pero si las sabes tratar son geniales.

-Las maestras súper sensuales que bien podrían aparecer en una revista para adultos y a diferencia del primer tipo si comprarías la revista, pero a veces no son lo suficientemente buenas en su trabajo.

Así es señores, en este mundo de las maestras de inglés no hay términos medios, es parte de la naturaleza, así que si eres guapa empieza seriamente a pensar en volverte maestra de inglés.

Bueno, pues en el trabajo no tuve nada que ver con la maestra porque era del primer tipo así que sólo digamos que no era mi clase de chica. ¡Oh¡ pero, cuando una maestra se enferma en esta escuela mandan a una suplente, porque bueno, no es escuela pública, en este caso la SEP (Secretaria de Educación Pública).

para mi buena fortuna la maestra suplente era una chica del 2do tipo, cuando la conocí yo tenía 21 años y ella 25 pero créanme que con esa sensualidad valía la pena tragarme unos cuantos años; además... creo que ya entendieron como era yo.

El amable Neall siempre estuvo conmigo en buenas y malas, es verdad que somos muy distintos, pero no dudaría ni un momento de su amistad ni él de la mía, han sido los años que nos han unido y nos han puesto a prueba. Si conocieran a Neall les encantaría tenerlo como amigo, es más, creo que todos se merecen y necesitan un Neall en su vida, es una excelente persona y no sé que habría sido de mí si él no hubiera estado a mi lado.

Cuando Neall supo de mi interés por Rebeca, la hermosa maestra sustituta me dijo que intentara no arruinarlo y que, por primera vez en mi vida tratara de tener algo serio y estable además de mi trabajo y de mi colección de figuras de LEGO de súper héroes (Tengo hasta el traje de Superman negro cuando revive, es increíble lo sé). Al final decidí por primera vez en mi vida tratarla con la intención de no acostarme con ella hasta la tercera o cuarta cita (pensé en más, pero quería ser realista).

Todo empezó con lo de siempre: el factor sorpresa falso, esperé a que saliera de su salón y se dirigiera a comer; en camino del salón al comedor le di 20 pesos a uno de sus alumnos para que cuando estuviera saliendo le hablara preguntándole cualquier cosa, esto con el motivo de entretenerla, cuando esto está pasando yo llego y le pregunto casualmente si no ha visto a la maestra de educación física y sin importar su respuesta le digo que gracias y que a donde se dirige (Obviamente, ya sé que la respuesta), le pregunto si le puedo acompañar porque justamente es mi hora comida y, sin importar si me rechaza ya me hice notar, todo además acompañado de una sonrisa para que sienta seguridad y naturalidad en la plática.

Tal como les conté el plan, es que lo llevé a cabo, y todo funcionó a la perfección, acepto mi oferta de acompañarla y comimos juntos; como nadie de los que trabaja conmigo sabe como solía ser pues no tuve mayor problema. Intercambiamos números, redes sociales y miradas sensuales, fue cuando comenzó mi historia con la hermosa, una historia que no es nuestro foco de interés en este libro.

Continuemos describiendo a Rebeca: una chica no realmente alta, aproximadamente 1.60 (Yo mido 1.70 no me considero alto pero al menos no soy un enano), su padre y su madre eran un par de americanos que vinieron a México a instalar su empresa (nunca me agradaron del todo, pero ellos parecían entretenerse con mis pláticas así que no tuve problemas para que me aceptaran), por lo cual ella siempre fue de dinero, era una chica acostumbrada a viajar y a vivir la vida con bastantes lujos, pelirroja (Uff) una cualidad que en automático me enloquece, tez clara; no buenísima (disculpen la expresión) pero si estaba bien dotada, siempre traía una cara de altanería pero con una mirada que era increíblemente atractiva.

Como ven era una chica de porcelana que llamaba mucho la atención y que por donde pasara hacía que la voltearan a ver; por eso mismo con ese tipo de chicas hay que tener un plan y hacer que parezca natural, un buen toque extra sería una pisca de falso desinterés, ya que este tipo de mujeres están acostumbradas a que se acerquen a ellas machotes que se creen galanes y que lo primero que hacen es mirarlas con morbo.

Rebeca y yo comimos varias veces, comenzamos a tener citas formales y finalmente nos acostamos hasta la 5ta cita, que para como soy, créanme es un logro y un gran autocontrol.

Me terminé encariñando de ella, no lo voy a negar, así que pensé lo que Neall me había dicho, sería la primera relación que yo consideraba tomar en serio en mucho tiempo. Nos volvimos novios y pues ya saben, lo clásico, ir al cine, comer juntos, etc. Al inicio era bonito e incluso llegué a pensar que podía enamorarme o que en un futuro pudiera hacerlo, pero no, no era así, sólo me había metido en una relación monótona, fue cuando me di cuenta que en realidad lo que queríamos era no estar solos, a pesar de esto decidí seguir con ella porque tenía sus buenos momentos y sus cosas buenas, es justo un poco después cuando empieza la que sería realmente mi gran historia de amor.

Memorias de un corazón torturadoWhere stories live. Discover now