4-DARTE OTRA OPORTUNIDAD

32 6 0
                                    

Estaba llegando a mi departamento, en la noche por lo general en cuanto entraba solía poner agua a calentar para preparar mi café, me ponía un calzado cómodo (pantuflas de garras de lobo) y luego me sentaba en el sofá para prender la laptop, claro no sin antes mandarle un mensaje a Rebeca con la intención que supiera que llegué a casa.

Pero no ese día, siguiendo el patrón de ser un día muy diferente al resto, ese día apenas iba a entrar a la casa cuando me di cuenta que no traía mis llaves, las dejé en la oficina, suspiré e irritado me puse a sacar la tierra de la maceta donde tenía un duplicado, dejé la tierra ahí, podía esperar. Al entrar puse agua para mi café, pero me percaté que no había café; estaba poniéndome mi calzado cómodo y sentándome cuando una llamada entró a mi teléfono, no quería atender a nadie justo en ese momento, pero escuché de tono ¨irresistible¨ de ¨Fall out boy¨.

Por lo general me encantaba escuchar ese tono, ya que era una canción muy prendida y bailable, de hecho, en ocasiones tardaba en contestar para poder escuchar un poco más la melodía, me ponía de buenas, pero no ese día. Ese tono era el que había puesto para las llamadas de Rebeca y la llamada de Rebeca esa ocasión sólo podía significar 1 cosa: Problemas. Me arriesgué a contestar y escuché su voz un poco nerviosa, pero sin quitarle ese tono molesto de hace rato.

–Hola Alejandro, necesito hablar contigo– Por Dios, nunca me dice mi nombre de pila más que cuando está muy enojada, aquello era un asunto serio.

–¿Qué pasó Rebeca? Mira si es por lo de hace rato quiero disculparme, sé que debía recordarlo, pero de verdad he estado muy ocupado, se me pasó y...

Fui interrumpido por su voz que ahora se escuchaba más molesta, aunque intentara ocultarlo.

–Mira creo que deberíamos darnos un tiempo, conocer más personas y ver si realmente queremos seguir nuestra relación– Dijo la muy sínica.

¿Conocer más personas? Eso es una total estupidez, puedes conocer más personas por Facebook, por Tinder (Para quien no lo sepa es una red social, sólo que no tan conocida como la anterior mencionada), en el trabajo; aquello me sonó más bien a un: ¨Quiero acostarme con otros y disfrutar de su compañía a ver si me gustan más que tú, y si no pues ya tengo premio de consolación¨.

–Sabes muy bien que para mí eso de ¨tomarse un tiempo¨ es una tontería, es igual que cortar– me quejé molesto.

–Tómalo como quieras– Dijo en tono seco y retador –necesito un poco de espacio y pues si así lo quieres tomar está bien, no discutiré más y te dejo que estoy algo ocupada– Procedió a colgarme el teléfono de una manera muy sutil.

Un tiempo, vaya... ese había sido uno de mis peores días, haciendo un recuento olvidé mi aniversario, había perdido mis llaves y mi café no estaba listo. Cuando recordé que dejé agua hirviendo a lo tonto, me levanté corriendo a apagar la estufa, me dolía la cabeza y había derramado un café de $42 sobre una hermosa chica.

Pensándolo bien tal vez mi día no había sido tan malo, conocí a Cristina y pues quizás no fue del mejor modo estoy de acuerdo, pero creo que lo pude solucionar, y me regaló una sonrisa tan, pero tan linda.

Rebeca tenía razón: teníamos que conocer más personas y me pregunté ¨¿Por qué no invitar a salir a Cristina?¨, no lo haría como una venganza contra Rebeca ni por despecho si no por mí, honestamente ella me había parecido linda y muy agradable, ahora estando soltero creo que podía darme el lujo de intentarlo, así que empecé a planear todo en mi cabecita de ex Don Juan para que Cristina cayera ante mis encantos.

Memorias de un corazón torturadoWhere stories live. Discover now