6

7.5K 633 54
                                    


IAN

"Hola Dalia" Saludó a la pequeña jovencita cuando termina de bajar las escaleras. "¿La ropa te queda bien?" Pregunto, tratando de hacerla que hable.

Una rápida vista a su ropa, y luego un asentimiento me indica que si, en efecto. Al fin lograba obtener algo bueno de aquella situación donde el pantalón preferido de Sean se quedó más tiempo en la secadora y se encogió a tallas extraordinariamente chicas, al menos le queda a Dalia. Una pequeña victoria.

"Ven para acá bonita." La incito a acercarse. "Hablaremos de unas cosas antes de cenar"

DALIA

"Sean te revisará" El señor Ian dice.

No puedo evitar sentirme sorprendida... yo... yo... ¿Cómo que me revisara?. Siento las fracciones de mi cara tensas ante sus palabras. No quiero. No quiero que me toquen. Yo... yo no quiero que me toquen.

"¿Recuerdas que te mencione que es médico?" Pregunta. Levemente asintiendo con la cabeza tratando de procesar todo lo que esta sucediendo. Si, el en el carro habla sobre eso.

"Bien" habla "Necesitamos estar seguros que... que te encuentres bien" formula en un tono de voz moderado, un tanto bajo. "Sean solo revisará tus signos vitales, temperatura, presión arterial y escuchara tus pulmones" Balbucea. "Debemos estar seguros de que no necesitas ayuda de urgencia. Al menos eso nos dejara tranquilos por hoy." Vocifera "¿Estas bien con eso Dalia?" su pregunta me toma por sorpresa.

No puedo evitar estremecerme. Tal vez si no accedo ellos no me dejaran dormir en este lugar, se darán cuenta que no valgo la pena, que no acato órdenes y me pedirán salir de su propiedad.

El terror de volver a las calles donde estoy completamente expuesta a que maestro me encuentre es mucho mayor al que siento por el hecho de que el señor Sean me revise. El... el es un desconocido, igual que Ian... el señor Ian. A el lo conozco hace un poco más que al señor Sean, aún siguen siendo desconocidos... pero no es un completo desconocido, trato de justificarme. Yo sí soy una desconocida para ellos.

Cuando menos lo espero me encuentro asintiendo nuevamente, accediendo a lo dicho por el señor Ian, pero eso no quita que me sienta intranquila, mi corazón golpetea contra mi pecho.

Cruzo los dedos para no tener que exponer mi piel, no... no quiero que vean las marcas que vivir en el mismo techo que maestro me han generado en la piel, no quiero que vean las marcas que no se fueron con el agua y jabón, y que de cierto modo se que no se van a ir, aunque anhelo que si.

Espero a que el señor Sean termine lo más pronto posible.



SEAN

"Bien, Dalia. Te voy a explicar" Voy hablando mientras saco un estetoscopio negro "Esto de aquí se llama estetoscopio" señaló el artefacto. "Funciona para que se pueda escuchar los latidos del corazón" Trato de que mi explicación sea lo más sencilla y entendible para ella. Desde aquí a unos centímetros de donde se encuentra sentada puedo notar un ligero temblor. No quiero asustarla. Esto no es la base, esto no es la base, estamos en casa y tengo todo el tiempo del mundo. Repito una y otra vez. No quiero ser rudo.  "Pondré esta parte justo aquí" Tomó la campana y la posicionó en mi propio pecho. "Tal vez la mueva un poco a los costados. ¿Está bien?" Procuro seguir el consejo de Ian, siempre preguntar, que sepa que nada es obligatorio, que ella tiene el control de la situación. Si o si tenía que revisarla pero asustándola no lograría nada, así que opté por permanecer lo más sereno posible.

Amarte, Dalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora