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         Humo negro y espeso cubría a toda la ciudad del Vaticano, no solo habían atacado a la Plaza de San Pedro sino que T.I.T.A.N había ejecutado a cinco sacerdotes en diferentes zonas específicas de lugar. Zonas cubiertas por miles de turistas que captaron todo lo que ocurría frente a sus narices y se encargaron de transmitir todo lo ocurrido en vivo y en directo.

América es tendencia mundial. Todos expectantes por saber cómo responderían al ataque.

Todos excepto los cuatro chicos y la agente del gobierno que trataban de salir de las calles para refugiarse en el complejo.

La plaza se había transformado en un auténtico pandemónium. Los policías, si es que de verdad lo eran, estaban deteniendo a las personas para poder controlar la situación. Lo que sucedió instantes atrás fue un acto de terrorismo y la península hacia lo mejor que podía para mantener todo controlado.

—¡Que la sueltes, idiota!

Nyx, con su delgado pero tonificado cuerpo, empujó a un oficial uniformado que trató de tomar del brazo Apolo para llevarla con el resto de los detenidos.
A algunos agentes policiales no se les veía el rostro, lo tenían cubierto con caretas negras que se camuflaban con el uniforme del mismo color. Por ello los chicos no confiaban en más nadie que en sí mismos y sin embargo, no todos confiaban entre sí.

Ambas chicas se abrieron paso mediante empujones hacia las otras personas, trataban de localizar a sus compañeros para poder salir de ahí lo antes posible. Con todo el caos se habían separado y dejado al descubierto.

—¿Alguien ha visto a Benson? —la voz de Hermes resuena en los oídos de sus compañeros a través del audífono—. No logro encontrarla.

Las dos se ven de reojo antes de negar al mismo tiempo, lo menos que habían estado haciendo era buscar a la persona que se supone debería estar pendiente de ellas.

—Nyx y yo tratamos de evitar que nos detengan, quizás algún policía se la llevó con el resto de los arrestados. —sugiere, Apolo.

La morena tenía la frente llena de sudor y su corazón latía a mil por hora, ella no estaba acostumbrada a misiones de campo. No era su zona. Todo su cabello corto lo tenía pegado al rostro y una molesta comezón le estaba liquidando el cuello.

—Lo dudo. —Hecate habla con duda, sin saber si sus compañeros querrían escuchar su opinión— Benson es una agente entrenada, no dejarían que la capturarán unos policías.

El pelinegro de nariz curvada se giró para ver a su compañero, esperando captar algo en su expresión. No consiguió mucho, Hermes podía ser muy infantil y divertido, pero cuando está en una misión que coloca en riesgo su vida las cosas cambian.

A menos que los policías no sean policías.

Némesis, quien está al pendiente de sus amigos a través de las cámaras y los auriculares, toma lugar en la discusión. La pelirroja debería estar investigando con sus otros compañeros sobre el Papa Pio XII y los nazis, pero le pareció más interesante fijarse en el atentado que sucedió al otro lado de la ciudad. También quería saber que sus compañeros estaban bien, claro.

—¿Estás diciendo que T.I.T.A.N está camuflado como oficiales, Nem?

Con cuidado de no ser vista, Nyx se esconde tras una columna antigua junto con Polo. Ambas esperando a reunirse con los otros tres integrantes del equipo para poder retirarse.
La asiática apoyó su frente contra la palma de su mano, tratando de reorganizar sus ideas para poder plantear alguna teoría o plan que los ayudará en todo el caos.

Los Hijos De América. ©Where stories live. Discover now