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             El gobierno de Estados Unidos es uno de los más grandes y poderosos del planeta, con el pasar de los años y métodos cambiantes lograron convertirse en la mayor potencia mundial.

¿Cómo lograron conseguir eso?

Fácil. Con alianzas, secretos y negocios poco legales.

Así es cómo se mantienen los gobiernos, no con palabras bonitas o acciones de caridad. La mayoría de los presidentes que ha tenido Estados Unidos mantienen una cara oculta al público, aquella que vela por sus intereses e instintos, que la guerra en el Medio Oriente continúe es fe de eso.

No obstante, en incontables ocasiones han estado por revelar tales negociaciones y secretos que podrían llegar a acabar con la nación tal y como se conoce. Más cuando dichos documentos son prueba de las teorías que se creían "poco probables".

Por esa razón los líderes estadounidense entraron en pánico cuando la amenaza de que la maraña de secretos que esconden iban a ser revelados. Por esa razón tenían tanto afán en que acabarán con la misión.

Por esa razón el coronel Raymond entró hecho una furia al edificio donde se estaba hospedando el equipo.

—¡Se cancela la maldita misión! —trono lanzando la carpeta en mano a una de las mesas llenas de armas.

Todos los soldados se movieron a sus puestos, firmes y dedicándole el saludo militar. En cambio, el equipo secreto solo se gira hacia el coronel con los brazos cruzados y una mirada de confusión en el rostro. Ellos no le temían a Raymond porque él no podía hacerles nada.

—Ya todos están listos para partir señor, los escuadrones ya están en sus zonas. —la agente Benson habla por todos, con el mentón alzado y los brazos detrás de la espalda.

El uniforme militar reluce en su cuerpo.

—¿Eres sorda o qué? ¡Se cancela la misión! Díganles que se retiren antes de que los italianos se den cuenta que están armados. —brama, la vena de su frente palpita a punto de estallar— La ministra James y el consejo cancelaron el operativo porque el gobierno de la península no aprobó la orden para la seguridad.

—El Vaticano no nos ha dado respuesta de los archivos, así que no tenemos nada que los pueda ayudar a saber sobre el tema. No quieren exponerse.

La voz del capitán Johnson suena en la habitación, a diferencia de sus compañeros él lleva un traje de etiqueta con una corbata roja. Deja un maletín en el mismo sitio donde Raymond tiró su carpeta. El castaño de barba veía con pena a los miembros del equipo, sabía lo que estaba por venir y ellos serían los únicos que perderían algo.

—No quieren que sepamos la verdad. —le corrige Apolo, colocando sus brazos en jarra.

—O sea que no tenemos nada con que actuar. —Nyx apoya su cuerpo en una de las mesas metálicas, su vestido estampado de frutas se mueve por el movimiento— Volvemos a quedar en cero.

—¿Qué se supone que haremos a ahora? —Hecate ve con duda al coronel.

Ya el equipo de vestimenta los había arreglado para sus respectivos puestos. Aunque él se quedaría en el edificio para recolectar información, sus compañeros ya estaban en el papel de su personaje.

—Haremos un plan de cambio. —responde Johnson por su superior— Apolo, Hécate, Hermes y Nyx irán a las catedrales que hay en la ciudad del Vaticano. Pasarán como turistas.

Todo el equipo se vio extrañado por el cambio de personajes en la misión. En la última junta se declaró que sería Ares quién iría con el equipo, no Hecate. El ex-militar tiene mayor experiencia en el campo, sabe en qué debe enfocarse.

Los Hijos De América. ©Where stories live. Discover now