Capítulo 11

13 1 0
                                    

Las noches aciagas se han convertido en parte de la rutina del demonio de cabellos plateados, quien solo ruega por una última visión, sentirla entre sus brazos, regañarla y darle todo el amor del que tanto sus padres hablaban.

Aún recordaba la última conversación que tuvo con su cruel y adorada madre, quien le prometió mientras lo tenía sentado en su regazo, a pesar de que ya era un adolescente, que le entregaría una hermana, quien sería su pareja, toda suya, algo que debía proteger de todos aquellos quienes desearían hacerle daño, en especial cuando fuese pequeña. Así ella comprendería desde muy temprana edad con quien debería quedarse.

Suspira mirando a la luna desde un risco estando recostado sobre la hierba, la voz de su madre retumba en sus oídos regañándolo por no cuidar correctamente de su hermana y el castigo que vendría para él, debía encontrarla sino, la familia Lucifer caería en desgracia porque todo lo que alguna vez estuvo estipulado para suceder, ya no lo haría.

Una estrella fugaz cruza el cielo en penumbras y Rizevim sólo puede regocijarse en la masacre que ha logrado desarrollar en la armada angelical.

Cada vez que alguno de los angeles de Miguel acudía a detener la tragedia en el mundo humano, Rizevim aprovechaba para torturar a cada uno de estos, arrancarles las alas, despellejarlos vivos y cortarlos a trozos hasta comerlos con voracidad, en búsqueda de un gran poder que albergar para poder lograr su objetivo: que el mundo fuera un desastre y poder recuperarla, todo por ella.

Todo por ella, se repetía sin cesar, todo por ella. para que fuese capaz de entregarse a él, a su hermano, para que no lo traicionara y se conviertiera en la reina de su mundo. Pero sin ella no hay tal cosa.

Se levantó apurado, debía encontrarla, debe ir por ella. Pero no sabe como alcanzar el cielo, si es que la información de este espeluznante ángel caído era verdadera. si debía hacer caer al msmo recinto de los ángeles para que ella regresara, lo haría.

—Euclid, necesito que le saques toda la información a ese asqueroso ángel caído, ahora.

Este solo asintió desde las sombras y Rizevim metió las manos en su gabardina, extrayendo una piedra traslúcida con un símbolo demoniaco en el centro que apenas se notaba. la frotó entre sus manos para recitar una última parte de un conjuro en sumerio, el cielo se llenó de un dorado fulguroso y del espesor de las cenizas, por un momento el capullo de una larva se hizo presente en el lugar, pero este desaparece con los destellos y la piedra cayó al suelo hecha pedazos.

Rizevim tiró de su cabello con rabia y volvió a guardar el dispositivo mágico en la gabardina. Nada de lo que tenía planeado le estaba saliendo bien y eso lo preocupaba, cuanto más durara en hallar al dragón de la media luna y quizá a otros aliados, no la tendría devuelta, ni a ella ni al orgullo que poseía.

Desplegó sus alas de murciélago y eclipsó a la noche misma que iba tomando los colores de la madrugada, del tiempo más oscuro antes del amanecer.  Necesitaba respuestas y debía acudir al lugar donde quizá hallaría algo de los vestigios de su familia.

En silencio tomó rumbo hacia el río Sena que lo guiaría a su lugar de encuentro, no había ni un solo ser sobrenatural a la vista, lo cual podría ser un buen o mal augurio, según fuera quien lo observara.

El viento le dió la bienvenida y un atisbo de otoño llegó a sus fosas nasales, anunciando que próximamente vendría el invierno en el mundo humano y antes de ellos, el equinoccio de otoño, con ello el cumpleaños de su querida.

Gruñó en cuanto el pensamiento le atravesó la mente, ¿Por qué no podía dejar de pensar en ella? Quien sabe.

Cayó al suelo con un suave golpe y comenzó a caminar buscando la calle adecuada, hasta sentir la presencia de seres sobrenaturales los cuales se dirigían hasta una de las alcanarillas, la más desleída y escondida en el suelo. Cada uno la atravesaba luego de decir unas palabras, por lo cual se aproximó tomando una actitud seductora a una elfa, ataviada con un vestido lleno de lentejuelas que danzaban al ritno de sus pasos en conjunto con su largo cabello blanco, muy similar al suyo, una belleza sin igual. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 10, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Todo por ellaWhere stories live. Discover now