Capítulo 4

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El sonido de los pájaros le dió la bienvenida entre los brazos de aquella serafín que no se cansaba de darle besos, haciéndola sentir amada como su hermano no hacía. Catharina  sonreía y luego notó el par de alas que colgaban de su espalda, esto parecía una ilusión, y le gustaba, no deseaba volver jamás a la tierra.

La serafín la dejó en el suelo nuboso y allí pudo observarla enteramente, vestía una túnica de color rosado, sus sandalias se notaban apenas bajo el gran manto de la túnica, su cabello estaba organizado en una trenza que caía de forma elegante en su hombro derecho, un par de ojos verdes armonizaban con su cabello junto a una sonrisa deslumbrante. Catharina le sonrió de la misma manera y tomó su mano para adentrarse por las puertas doradas, un señor de barba gris la observó curioso hasta abrir los ojos totalmente.

-¡Eres tu! Te hemos estado esperando mucho tiempo-. No le importó y la abrazó con fuerza, la esperanza de la que tanto había hablado, regresó.

Ella no entendía nada, pero adoraba los abrazos, le devolvió el abrazo por un buen tiempo hasta que la soltó, volvió a agarrar la mano de la serafín y las puertas se abrieron, pasaron y desaparecieron dentro de las nubes, el hombre se quedó sonriendo esperando a quienes subían al cielo a vivir eternamente.

Catharina miraba a todos lados, las nubes desde afuera no dejaban ver nada, pero al entrar dejaban ver un lugar lleno de casa doradas, las flores se movían levemente marcando el camino y ella no dudó de seguirlo, animalitos aparecieron y ella los tomaba en brazos hasta que ellos pedían que los dejara en el suelo, se sentía feliz como nunca, miró a la chica curiosa, no conocía su nombre.

-No te había dicho mi nombre pequeña, soy Gabrielle* una serafín y estamos en el cielo, este será tu nuevo hogar-. Catharina solo se le quedó observando, no comprendía lo que significaba el lugar o la palabra "hogar", era algo ajeno a lo que ella conocía. Gabrielle la llevó por un sendero diferente hasta llegar a una base circular en donde estaba semi escondido entre nubes un ascensor. La niña se acercó con los ojos bien abiertos y cuando Gabrielle le indicó, entró.

El ascensor comenzó su recorrido mientras la niña no hacía más que observar todo, se veía por completo la ciudad dorada, luego el cielo nocturno y las estrellas. Siguió subiendo hasta el último piso donde se quedaban los serafines, Gabrielle cargaba en brazos a Cath que se había quedado profunda luego de todo el ajetreo del día. 

Al salir del ascensor otro serafín se le quedó mirando, no esperaba aquella visita. Se acercó hasta su hermanita y la saludó como pudo antes de quedarse mirando a la niña y poner una mano sobre ella, tenía fiebre. Adicional a saber que estaba enferma supo de quien era hija y algunos recuerdos le llenaron la cabeza...


Blanco... muy blanco...

Se hallaba escoltando a su padre hasta el encuentro con un par de seres de cabello plateado y castaño, cada uno correspondiente a un hombre y una mujer a simple vista. Cada uno los miraban de una manera aprensiva y solo asentían, a o lejos una explosión se escuchó.

-Debemos hacer esto rápido, Luzbel, Lithum, Azazel. 

Nadie decía nada en un intento por cortar las cercanías en medio de la guerra, Elohim dió un paso desesperado ante ambos seres y solo le miró hasta poder tener certezas.

-Les ruego una alianza, necesitamos que se frene la carnicería en la tierra, en todos los bandos en pocos días habrá sido exterminado todo, el monstruo del apocalípsis está suelto y no podemos dejar morir a nuestros sustentos-. Recordaba como se miraron sus hermanos entre sí un buen rato y como Lithum gruñía molesta, no le agradaba padre, bien lo entendía y era normal que se mostrara reservada, pero esperaba que por una vez dejara de ser tan maldita.

-Elohim, yo Azazel me acojo a el plan que estás buscando, tienes razón.

Estaba aliviado por esa parte, pero los demonios no decían nada. Podían hacer alguna cosa en ese mismo momento y dejarlos en medio de la destrucción. Lucifer se acercó al trío asintiendo con seriedad.

-Quiero algo a cambio, Elohim. Debe existir el fruto de esta alianza, sino hay nada no hay alianza, solo así puedo confiar en ustedes-. Padre debía pensarlo muy bien para poder darle una respuesta,  pero solo le miró y él sintiendo que pesaba una gran responsabilidad asintió sin más.

-Te daré un hijo, diferente a tu hijo que es algo... peculiar-. Sabía que Rizevim Lucifer era uno de los peores demonios que existían y debían hacer que este se quedara quieto o haría la alianza parte de lodo de sus botas y de los restos de los que tanto se jactaba. Lucifer solo asintió antes de ver como su mujer era elevada por el poder de Elohim y envuelta en una nube de diversos colores, ella gritó de dolor y un par de segundos despues cayó al suelo agitada y con los ojos cerrados, Lucifer la tomó entre sus brazos antes de desaparecer.

Luego de esto unos meses despues lilith y lucifer habían muerto junto a Elohim y nunca se pudo saber de las alianzas.

Ahora podía observar el resultado de aquella alianza, Gabrielle la había llevado hasta su habitación, la niña seguía dormida y ahora trataban de bajarle la fiebre de la manera en que fuera.

- Gabrielle creo que ya sé que sucede, ella no está acostumbrada a este ambiente, está en el cielo y no solo es un ángel.

Con eso  el serafín armó en sus manos una especie de collar con lunas y soles que puso sobre el pecho de la niña quien al cabo de un rato dejó de tener fiebre.

La noche pasó y Miguel el serafín tuvo que irse dejándolas dormidas, les dió un beso en la frente y se retiro hasta el estudio donde se hablaba de todo lo concerniente a Sacred gears y lo que pasaba en la tierra. Unas horas después, mandó a un grupo de ángeles a la tierra para apoyar al vaticano.

Así era su vida, tan normal y aburrida.


En las sombras un maniatico demonio observaba expectante el momento en que acudiera quien fuera, con daga en mano ansiaba sangre y desesperación entre los humanos. Malditos todos, si ella había muerto ellos merecían la condena eterna.


¡Buenas noches!

Siento haberlos dejado abandonados estos últimos meses, ya saben carrera universitaria y demás, pero aquí seguimos vigentes...

Espero estén bien y disfruten el capítulo, ya saben comentarios, recomendaciones y demás ahí tienen la caja de comentarios.  

Todo por ellaWhere stories live. Discover now