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Jimin apenas llevaba dos meses con su roommate y ya quería asesinarlo.

Conoció a Jungkook por internet cuando solicitó un compañero para compartir los gastos en un departamento.

Le parecía guapo, pero demasiado molesto.

Jimin le devolvía las bromas de vez en cuando, pero el menor lo hacía todos los días.

La primera broma que le hizo, fue al segundo día de convivir.

Jimin llegaba de la universidad cansado, quería dormir y no despertar nunca. Jungkook al verlo tan desganado, pensó que un buen baño lo alegraría, así que le tiró un balde de agua helada.

Esa broma fue el inicio de muchas.

— Oye mamacita.

Se empeñaba en llamarlo así siempre, el mayor ya empezaba a desesperarse.

— ¡No me digas así, soy hombre!

— Pero te gusta el nepe.

— ¿Qué? —preguntó confundido.

— Es un tipo de helado, es largo —mintió.

— Ahhh, entonces sí —asintió emocionado.

— Tengo un proyecto sobre eso en la universidad ¿te importaría que te grabe diciendo eso?

— Está bien.

Jungkook fue corriendo por la cámara.

— Tienes que decir tu nombre completo y el por qué te gusta —trataba de no reírse.

Jungkook dio la señal y Jimin empezó.

— Hola, mi nombre es Park Jimin y me gusta el nepe porque es largo, jugoso y me refresca.

— ¡Despídete!

— Por favor denle mucho amor al nepe ¡Adiós!

Al terminar Jungkook soltó toda la risa que tenía acumulada. Jimin lo miraba confundido.

— ¿Ahora qué tienes idiota?

— Nepe significa p-pene —volvió a soltar unas tremendas carcajadas.

Jimin se tragó las ganas de golpearlo—Solo no me molestes más ¿está bien?

— Pero amooor.

— ¡No soy tu amor!

— Por ahora —le guiñó.

Subió a su habitación furioso.

Salió en la noche, solo para encontrar a Jungkook comiéndose su comida.

¡Nadie se metía con su comida!

— ¡Oye, pequeño castor! —exclamó furioso.

— Ah, hola amor.

— ¿Hola amor? ¿Qué crees que haces? —cuestionó tratando de mantener la calma.

Jungkook se encogió de hombros—Pues, no lo sé, estoy metiendo comida a mi boca ¿qué crees que hago?

— ¡Esa es mi comida!

— Pues ya tiene mis gérmenes.

— ¡Dame eso!

Jungkook se sorprendió por el grito y de inmediato salió corriendo con el plato hacia su habitación. Jimin lo persiguió pero no logró alcanzarlo.

Luego de una hora el menor salió con la cabeza gacha.

— Lo he pensado, y quiero compartir contigo.

Le entregó el plato, pero estaba vacío.

— Aquí no hay nada.

— Me arrepentí muy tarde.

Jimin saltó como un niño caprichoso.

Se vengaría, pero por ahora tendría que soportar a ese simio por dos largos años.

Molesto » KookminWhere stories live. Discover now