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Jimin y Jungkook habían llegado al centro comercial para iniciar las compras por Navidad.

—Yo te esperaré en el auto, me da pereza caminar.

—Debes cargar las bolsas Jungkook, sabes que yo no tengo ffurfhza.

—¿Qué?

—No tengo ffurfhza—repitió rápidamente.

—¿Disculpa? No escuché—se burlaba el menor.

—¡No tengo fuerza!—exclamó a la vez que se tapa la cara con las manos, avergonzado.

Jungkook rió estrepitosamente, amaba burlarse del menor.

—¿Jimin es una niña delicada?—seguía burlándose.

—Deja de ser molesto.

—¿Jimin teme romperse una uña?

—¡Ya!—gritó indignado y se bajó del coche.

Jungkook iba a quedarse dentro a tomar una siesta, cuando vio que el rubio hablaba amenamente con un hombre demasiado alto. Salió disparado hacia ellos dos.

—¡Amor!—llamó Jungkook.

Jimin rodó los ojos. Otra vez interfería en sus intentos de coquetear.

—Oh no te preocupes, él es mi hermano—se apresuró a decir.

—Le encanta el incesto—susurró el menor, pero lo suficientemente alto para que lo escuchara.

—Ah, qué lindo—dijo el hombre mirándolos raro—Bueno yo me voy.

—Oh no no ¡Vuelve, quiero tu número!

Jungkook sonrió satisfecho e ingresó al centro comercial.

Jimin olvidó el incidente y se concentró en comprar todo lo que tenía anotado en su lista.

—Lo primero es el árbol Jungkook, quiero uno blanco.

—Ya me encargué de eso—alardeó orgulloso—¿Recuerdas ese árbol tuyo que demoró mucho en crecer?

—S-sí.

—Lo corté y lo pinté con tempera blanca.

Jimin apretó los puños, solo se contenía porque estaban en público.

—Lo segundo es el panetón.

—Pues tú ya tienes uno—le miró el trasero—Y es enorme.

Jimin inhalaba y exhalaba tratando de no matarlo.

—Y por último las bolas para decorar el árbol.

Jimin esperaba otro comentario vulgar, pero no escuchó nada. Volteó y no vio a nadie.

—¿Jungkook?

Estuvo buscando pasillo por pasillo hasta que lo encontró tomándose una gaseosa.

—¿Por lo menos la pagaste?—inquirió.

—No, nadie se dará cuenta, dejaré la botella aquí.

—¡Tú si que no tienes modales!—lo empujó.

—¡No me empujes!—repitió y también le golpeó.

Jimin tambaleó y cayó de espaldas contra una litera, logrando que esta se cayera, para luego hacerlo una tras otra.

Los empleados del lugar llamaron a la policía. Estaban en serios problemas.

Molesto » KookminWhere stories live. Discover now