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Jimin brincaba de la felicidad. Había conseguido una audición para SM Entertaiment.

Primero pasaría por casa de su madre, y luego iría a la empresa.

Empezó a alistar rápido sus cosas, pues no quería que Jungkook se enterara, seguro que insistiría en acompañarlo. Para su mala suerte, el menor ingresó cuando terminó de guardar todo.

—¿Vas a salir?

—¿Quién? ¿Yo?—desvío la mirada para luego asentir—Solo iré a casa de mi a-abuela a pasar el rato, tú sabes, jugar bingo y eso, ella es muy juguetona.

—Jimin.

—¿Mm?

—Tu abuela falleció hace 10 años.

—¡Ay!—fingió una carcajada—¿Dije abuela? Quise decir mamá.

Jungkook sonrió emocionado. La señora Park le caía muy bien.

—Entonces llévame a visitar a mi suegra.

—No somos novios oye, quítate—trataba de apartarlo.

Jimin trató de correr, pero en el trayecto se le cayeron las cosas de su bolso. Jungkook las recogió con una mueca de confusión.

—¿Por qué llevas lencería a casa de tu madre? ¿Acaso es tuya? Qué sexy—empezó a oler la ropa interior. Jimin lo miraba asqueado.

—Esos calzones son de mi madre.

El menor al instante las tiró lejos mientras escupía lanzando todo tipo de maldiciones.

—¡Ahora tendré que lavarme los dientes!—suspiró—Me da mucha pereza ir y poner la pasta en el cepillo, para luego mov-

—Como sea, ya me voy.

Intentó salir, pero Jungkook nuevamente lo impidió. Esta vez le quitó el bolso y revisó que había dentro.

—¡Vas a una audición!—gritó entusiasta.

—No me digas.

—Pero no creo que entres, es para la SM, ahí buscan visuales, no vedettes.

Jimin lo golpeó en la cabeza y le quitó el folleto.

—¡Tengo una idea!—exclamó mientras levantaba un dedo—¡Puedo ser tu manager!

—¡Claro que no! ¡Siempre que estamos juntos, solo me traes problemas!

El menor le rogó por largos minutos mientras el mayor se negaba rotundamente.

—Prometo no causarte daños físicos, ni psicológicos.

—E-está bien...—aceptó con desconfianza.

Así que ahí estaban, frente al enorme edificio. Llegaron tarde porque Jungkook fue a vestirse todo de negro, según él, eso le daba más seriedad.

En el camino, el menor les decía a los que estaban ahí que no tenían oportunidad contra Jimin.

—¿Esa es tu cara o tu culo? Largo de aquí igualado, que ya llegó la súper estrella. Todos ustedes no tienen oportunidad ante Minnie, así que fue-

—¡Jungkook!

Finalmente se acercaron a recepción para que les asignarán un número. Nuevamente, Jungkook estaba peleando, esta vez con el recepcionista.

—¿O sea sabes quién es él?—señaló a Jimin.

—No lo sé ¿un vago?—cuestionó el hombre.

—Cuida tus palabras, marginal, exijo que le den el número uno a mi representado.

—No le haga caso, solo deme el que me corresponde—se apresuró a decir Jimin.

El mayor lo arrastró fuera mientras Jungkook gritaba: ¡Te voy a abofetear con mi millones! ¡¿Acaso no me conoces?! ¡Busca en YouTube, International Playboy!

—Genial, ahora somos el número 120—regañó Jungkook.

Después de esperar por horas, finalmente les tocó. Jimin ingresó nervioso, frente a él estaban tres hombres. Iba a presentarse, cuando el menor gritó desde atrás.

—¡Maquillaje!—gritó—¡Oye tú, si tú, la que tiene cara de vagina, maquilla a Jimin!

Los tres hombres le advirtieron a Jungkook que si no hacía silencio, lo sacarían.

—Así que dime—empezó uno de los entrevistadores—¿Qué tienes para ofrecernos?

—¡El culo!—volvió a exclamar el menor. Jimin le lanzó una mirada amenazante.

—Sé cantar, y también bailo—respondió nervioso.

—¿Sabes hacer té?—interrogó otro.

—Ah sí...

Después de que lo evaluaran, le dijeron que lo llamarían en caso de ser seleccionado. Jungkook iba a irse, cuando una persona del staff lo empujó dentro del escenario.

—Preséntate y dime qué talento tienes—se apresuró a hablar el del medio.

Jimin desde detrás le decía que lo intentara.

—Yo canto, bailo, rapeo, modelo, traductor, conductor, productor, compositor—paró un momento para tomar aire—Ah, y también hago té.

Los hombres también lo evaluaron y le dijeron que le avisarían.

Ya en casa, el más bajo esperaba ansioso frente al teléfono, mientras Jungkook jugaba en su celular. Estaba a punto de rendirse, cuando el aparato empezó a sonar.

—Hola—contestó emocionado.

—Buenas tardes, somos de SM ¿es Jeon Jungkook el que está al teléfono?

Jimin triste, le pasó el teléfono al menor. Jungkook se mantuvo hablando por minutos.

—Entonces solo necesita firmar y listo. Realmente lo queremos con nosotros.

—Les agradezco la oportunidad...bueno de hecho no, su empresa me caga, prefiero la YG, culeros—dicho esto, colgó.

Jimin lo miraba atónito, el idiota había desperdiciado una oportunidad única.

—No me mires así, no quiero entrar ahí si no estás conmigo. Ellos no aprecian tu talento, pero yo sí.

—Eres tan lindo cuando te lo propones, sé que mi voz no es la mejor, tampoco mi baile, pero me esfuerzo much-

—Sobretodo en los orales, y ni qué decir de cuando me montas, eres una terrible perra.

Jimin le lanzó un adorno que había en la mesita de centro.

—¿Qué? Yo hablaba de tu talento en la cama.

El menor volvió a agarrar algo para golpearlo y lo persiguió por toda la casa.

Molesto » KookminWhere stories live. Discover now