Books and coffe (N.H)

Capítulo 1

Solo en mi habitación otra vez. Tal vez, algún día no esté tan solo pero… Falta mucho para ese día.
La gente cree que soy una especie de ser anti-social, resistente a insultos y a prueba de sentimientos, pero, en verdad ¿nadie puede ver que solamente soy un joven adolescente con sentimientos, confundido como todos los demás?
A veces, creo que este mundo no está hecho para mí, que, en algún otro lugar, hay personas pensando igual que yo… pero ¿Dónde?
Intento encajar pero no puedo, miro a mis compañeros en el instituto y pienso que no quiero ser así. Miro a mis padres llegando cansados del trabajo y no quiero eso, quiero ser diferente, pero claro, ser diferente para los demás es tener un grave problema. Mis padres creen que es psicológico, y después de unos problemas que tuvimos, creen que yo quedé trastornado cuando en realidad, estoy mejor que nunca.
Me han llamado loco, idiota, imbécil, suicida y además, tampoco soy la cosa más hermosa como para conseguir una novia así que, allí está la prueba de mi grado social.

Déjenme presentarme; mi nombre es Niall Horan, tengo 17 años, vivo con mi madre y con mi padre en los fines de semana. Junto con mi hermano mayor, Greg y mi hermano menor David que tiene unos 6 años pero es con el único con quien puedo entablar una conversación, vamos moviéndonos de casa en casa, para compartirnos entre ellos y eso es mi vida; moverme de casa en casa, estudiar un largo rato, tocar la guitarra en silencio ya que, no quiero que nadie me escuche hacerlo.

-¿Niall?- llamó mi madre desde el otro lado, Maura. Ella es la mujer más amable aunque, tiene sus días de enfado en los que no se le puede pedir nada porque si no, empieza a decirte sus problemas que son infinitos.

-¿Si?- pregunté quitando mis auriculares y el libro que leía de mis manos, dejándolo a un lado en mi cama.

-¿Vendrás a comer?- preguntó desde afuera.

-Dame un minuto- dije tomando mi ipod y poniendo pausa en la música para luego levantarme y ponerme un pantalón ya que estaba en mis bóxers.

-Hijo- dijo mamá desde el otro lado.

-¿Si?- pregunté quedándome quieto. Esperé su respuesta pero solo escuché un suspiro cansado y luego habló:

-Estuviste ahí todo el día- comenzó a decir y abrí la puerta encontrándome con ella, mirándome preocupada- Y todo el sábado- dijo mirándome y suspiré.

-Estuve leyendo ma- afirmé y miró dentro de la habitación; toda ordenada, excepto por la cama. Mi habitación era un tanto particular, era la más pequeña de la casa, y no tenía nada, solo un escritorio con lapiceros, mi laptop y una lámpara. Tenía estanterías de madera llena de libros y cuadernos del instituto, en una esquina estaba mi cama que en los pies tenía una cajonera donde guardaba mi ropa y arriba una televisión con mis videojuegos y consolas pero, las paredes eran al completo de color blanco, sin una sola mancha y el suelo, era una moqueta azul que solo tenía una vieja mancha de café al lado de mi cama.

-Estuviste todo el fin de semana metido aquí adentro…- dijo señalando la habitación- Y está todo ordenado- dijo preocupada- ¿A caso te vas?- preguntó y negué.

-No- dije sin problema alguno y volvió a suspirar.

-Ya, ven a comer- dijo caminando delante de mi y caminamos al comedor, donde, me senté en la mesa que tenía tres platos. Luego de un rato, llegó Greg quien ayudó a mamá y luego ambos se sentaron a mi lado.

-¿Cómo vas hermano?- preguntó con una sonrisa.

-Genial- dije comenzando a comer mi espagueti generando una situación completamente incómoda- ¿Cuándo llegará David?- pregunté. Dave había ido ese fin de semana a pasarlo en casa de su mejor amigo, era la primera vez que pasaba una noche fuera de casa y al parecer, era yo quien más lo extrañaba. 

-No lo tolero más- dijo mamá y se levantó- Lo siento- dije tomando su plato y se fue.

-¿Qué le sucede?- pregunté a Greg, como si nada y él negó desaprobadoramente.

-¿Qué sucede contigo?- preguntó molesto- Siendo siempre tan raro- comentó molesto y miré mi comida apenado; odio que me digan esas cosas, porque, es como que no me aceptan por quien soy en verdad- Niall, abre un poco los ojos…- dijo molesto y se levantó él también, dejándome solo en la mesa, pero, no me levanté. Simplemente terminé mi comida para luego volver a mi cama, donde, encendí el televisor y comencé a ver una de mis series favoritas pero, no estaba mirando la tele, solamente la deje para que haga ruido y poder llorar en paz. “Ridículo que un chico llore” eso dicen por ahí, pero no me importa, si me duele toda esta mierda lloraré, si total, nadie me escucha. Molesto golpeé el colchón de mi cama, dándome la vuelta y enterrando mi rostro en la almohada, gritando en medio del llanto, pero, por más de que llorase, esa estúpida sensación no se iba de mí. Esa sensación de culpa ¿Por qué mierda no puedo ser normal? La vida es una mierda y por eso, a veces es más interesante leer un libro, para salirme de esta realidad en la que vivo, y no ser el culpable de todo esto, salir de esta realidad en la que yo soy nada más que nadie, donde nunca podré lograr nada. 

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Okay chicas, aqui va otra novela, espero que les guste, tal vez me tome mi tiempo en actualizar ya que, tengo otras por actualizar, creo que va a ser la úiltima por un tiempo hasta que termine todas mis novelas, así que, espero que me tengan paciencia y les guste :) :) intentaré de hacer algo un poco diferente, ahora veamos si lo logro jajaja mil gracias por leer :) no olviden comentar que les gusta asi se si voy bien o qué, gracias chicas.