Personaje Asignado

33.8K 1.8K 2.3K
                                    

Mis nalgas amortiguan la caída, pero sufren el impacto. El peso de Claudia actúa como un aluvión que me derriba por completo. Ambas chillamos, sobre todo yo porque le sirvo de colchón. Ella me aplasta un pecho a la vez que asfixia mi estómago.

—¡Claudia! —grito por mi vida y, tras encontrarse nuestras miradas, reímos con complicidad.

—Te lo mereces por cabezona —dice Claudia y retira sus manos de mi cuerpo, pero se mantiene encima de mí.

—¿Yo? Más bien, tú.

Mi amiga sostiene una sonrisa nerviosa, tanto que empiezo a sentirme extraña. Sus ojos se extravían en mi cara. ¿Son ideas mías o contempla mi boca por fragmentos de segundos? Sus dedos se aproximan a mi rostro. Mi inquietud aumenta cuando los enreda en mis cabellos y despeja mi frente y mi mejilla despacio. ¡Creo que me quiere besar!

—¿Estás cómoda, cabezona? —digo y agarro su cintura como señal de que se contenga—. ¡Ni que me fueras a besar! —bromeo con intenciones ocultas.

—¿Besarte? ¡Qué asco! —dice gesticulando con gracia y, risueña, se levanta—. ¡Menudas ideas te pasan por la cabeza desde que andas con devoradoras de pescado!

—Habló la que anda con Aura. —Enlazamos nuestras manos y me ayuda a ponerme de pie. Todavía suda.

—¿Vas a comparar una con diez?

—Las diez no son lesbianas y no son plastas como Aura, deberías salir con nosotras. A ver, déjame quitarte el pantalón y no jodas porque me enfadaré de verdad. —Me siento en el banquito y me la acerco tirando de las trabillas.

—¡Qué pesada eres! Y luego hablas de Aura. Si tú tienes menos paciencia que yo, no sé para qué insistes —dice, pero cede esta vez.

—Porque mis manos sudan menos que las tuyas y sería ridículo que no te probaras la ropa, aunque no la compremos —digo y reímos.

La cremallera y el botón están a la altura de mi cara. Concentrada, obro sobre ambas cosas. Todo se ha atascado porque el pantalón de mi amiga se está deshilando.

—No descartes comprarte uno nuevo, este te dejará con el culo al aire en cualquier momento —digo con humor y escucho su risa.

—Ya. Este mataría la pasión en un polvo rápido —bromea.

Continúo en mi empeño por liberar el botón de los hilos que lo atrapan como una soga en el cuello. En mitad de mi entrega, noto que la mano de Claudia se posa en mi cabeza sutilmente. Enseguida soy presa de un pensamiento incómodo. ¿Y si mi amiga está imaginando algo pervertido? Estoy cerca de su zona íntima, rozando el elástico de sus bragas y su vientre mientras fuerzo la prenda. ¿Le gusto y esto le resultará excitante?

Alzo la mirada y me cruzo con la suya. Ella deja de morderse el labio y me sonríe.

—Me gusta tu pelo, es más suave que el mío —dice y juega con él mediante caricias—. Recuerdo cuando éramos niñas, tú eras la castaña clara y yo, la oscura. Tu piel también siempre ha sido más clara, ni el sol del verano nos igualaba. Pero te volviste más turbia que un pantano cuando te juntaste con Sandra. Pasaste de cisne del lago a sapo de la charca.

—Y tú, como buena amiga, me presentaste al príncipe Eric y rompió el encantamiento, aunque pasé de sapo a rana porque salí rana —bromeo y nos carcajeamos.

—Pues sí, quería un príncipe para mi mejor amiga, pero saliste rana. Eres más agresiva que una llama y un avestruz juntos, pero se te quiere. —Claudia apretuja mis cabellos ligeramente—. Este color te queda muy bien, idéntica a la princesa Fiona, bella por fuera y ogro por dentro.

La hermana de mi novio [Disponible en físico en 2 tomos + Extras]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن