Vuelta a la Normalidad

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NOTAS

¡Hola!

Por motivos personales, el capítulo de hoy no está completo y no está corregido, pero les adelanto lo que tengo para no dejarles con las ganas. Lo reactualizaré en cuanto pueda.

¡Un abrazo, familia! :D

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Los dedos de Laurita juegan con el elástico de mis bragas mientras restregamos nuestros labios. Yo me aferro a su cintura como he anhelado hacer desde que nos reconciliamos. No puedo negar que me resulta excitante sentirla tan cerca de mí y de mi punto más sensible. Sin embargo, la inseguridad siembra miedo en mí porque nos estamos exponiendo.

—Laurita, para. —Detengo su mano intrusa—. No podemos arriesgarnos, Eric puede volver en cualquier momento.

—Y yo no quiero fallar a mi palabra. —Laurita muerde mi oreja y fuerza hasta rozar entre mis piernas. Esos dedos presionando sobre mi ropa interior, calentando mi intimidad, me tientan—. ¿No quieres ni un poco? ¿No echabas de menos esto? —me susurra con sensualidad a la vez que frota mis labios.

—Laurita... —La voz me flaquea. Aprieto su muñeca, pero mi voluntad para frenarla es débil.

—¿Se te olvidó lo que te hacía? —continúa con sus susurros eróticos—. ¿Se te olvidó que te encanta sentir mi lengua aquí? —La diablilla juega con mi clítoris y mi cuerpo se tensa a su antojo—. ¿Se te olvidó que te gusta tanto que me ruegas para que no pare? ¿Ya no te acuerdas de que mi boca aquí te hace cantar?

—¡Dios, Laurita! —Esa voz melosa en mi cabeza. Esa mano atrevida. Me estoy excitando y más porque siento su piel tibia y su dulce y fresca fragancia. Limpia y apetecible, me supera la tentación. Abrazo a mi osita de peluche—. No sigas...

—Ani, no mientas. ¿Por qué mantienes mi mano atrapada entre tus piernas? —Laurita masajea mi zona erógena con suavidad y a ritmo lento. Esto es muy placentero—. ¿Por qué estás mojada? ¿Por qué tu voz me suena tan excitante? ¿Vas a negar que desearías que te bese ahí? —Me chupa el cuello por sorpresa.

—¡Ah! ¡Laurita! —Me contraigo y termino más unida a ella—. Esto no es justo. Me estás en... —Su boca me silencia, acalla el gemido que me suscita cuando penetra bajo mis bragas y entra en mí. Me estremezco y me humedezco plácidamente.

—No hables. Ahora vas a cantar besándome —dice Laurita y se tumba parcialmente sobre mí sin dejar de poseerme.

—¡Lau...! —Una vez más, me enmudece invadiendo mi boca con su lengua.

Mientras chupa todo lo que le apetece en el prolongado beso, sus dedos obran maravillas en mi intimidad. Placer, puro placer. Mis gemidos florecen y mueren ahogados entre la fusión de nuestros labios. Empleo la mano con la que la abrazo para agarrar sus cabellos y la otra para aprisionar la suya dominante y animarla a profundizar en su juego. Mis piernas, como representantes de mi enloquecimiento, se contraen y arrastran la sábana. Mi temperatura se dispara, irradio más calor que el sol y creo un horno bajo el edredón.

Mis pensamientos desaparecen de un segundo a otro, solo tengo capacidad mental para sentir esos labios carnosos apoderándose de los míos, esa lengua juguetona sometiendo la mía y esos dedos traviesos extasiándome de goce. Laurita consigue lo que quiere de mí, pero admito que ansiaba esto.

—¡Ah! ¡Ah! —gimo intensamente al librarme de ella. ¡Cómo me penetra!

—Dame tu boca, es mía —exige Laurita e intenta cazarme.

—¡No! ¡No me dejas respi...! —digo en pleno frenesí y vuelve a tomarme en un beso profundo. Su mano libre agarra mis mejillas para que no escape.

La hermana de mi novio [Disponible en físico en 2 tomos + Extras]Where stories live. Discover now