Capítulo 46

5.2K 669 347
                                    

Narra Alastor:

Las cosas han cambiado estos últimos días. Parece que casi ha vuelto todo a ser como antes. En aquel momento, cuando nos encerraron, creí que no saldríamos de allí. Pero ella me escuchó y me perdonó. Ahora debo compensarselo.

Pero aún estoy molesta.

En ese caso solo quedara alegrarla. Me acerque a la puerta de su habitación. Hoy estaba durmiendo más de lo que lo hace y Angel no ha ido a despertarla.

¿Y si yo...? No, que cosas pienso.

Pero ese afeminado me enseñó el truco... Que demonios, voy a hacerlo. Si me arrepiento ya tendré tiempo para correr.

Narra Aradia:

No me quiero levantar. Se esta tan a gusto aquí. Por fin, después de tanto tiempo he podido dormir.

Escuché la puerta, como todas las mañanas. No le di importancia mientras pudiera seguir durmiendo. La misma dinámica de siempre, se sentaron a mi lado y las caricias detrás de mis orejas empezaron.

-Un rato más.- susurré mientras mi cola se movía alegre.

-Creo que ya has dormido de más.- rió.

-Para una vez que lo hago dejame disfrutar. Madrugar esta sobrevalorado.- pegué más mi cara en la almohada.

-Tienes trabajo que hacer.

-Que lo haga otro. Me pido el día libre.

-Las cosas no van así. Vamos, querida. Tienes que levantarte.

-Que si, pesado.- entonces lo pensé.

Espera un momento.... ¿Querida?

Abrí mis ojos esperando encontrarme a mi hermanito. Pero mayor fue mi sorpresa cuando le vi a él. Tanta que me caí de la cama.

-¡Agh! ¡Joder!- gruñí.

-¿Estas bien?- me extendió la mano.

-Más o menos... ¿Qué haces aquí?

-Despertarte.- sonrió.

-Ya, pero ¿Tú...? ¿Cómo...? ¿Cómo sabías tú eso?

-Me lo contó Angel. Y tenía toda la razón. Es muy efectivo. Prefiero esta manera tuya de levantarte.- rió mientras yo me cubría la cara de vergüenza.

-¿Por qué lo harías?

-Como tú dijiste querida, me las tengo que apañar para que dejes esa molestia. Eso es lo que estoy haciendo.

-Si que te lo tomaste en serio.- susurré para mi.

-¡Por supuesto! Además no podía perderme tu forma de ser cuando te hacen eso. Ahí si que pareces una verdadera cachorra.- dijo para volver a hacerlo.

No,no,no,no.... No hagas eso.

Pero me gustaba. Mi cabeza se apoyó en su pecho mientras mi cola se movía otra vez. Y no solo eso... Empecé a hacer ruiditos... Como si ronroneara.

¡Odio esto! ¡Soy muy vulnerable así!

Alastor siguió sin parar. Por una parte quería alejarlo, pero la otra quería que siguiera ¡¿Por qué tengo que ser así?!

Entonces una de sus manos subió para acariciar una de mis orejas. El color rojo cubrió mi cara mientras él seguía.

-¡N-No!- me aparte-. ¡Para ya!

-¿Por qué? Te estaba gustando.

-¡Hay límites!- me las sujete-. Si quieres acariciar, solo detrás. Nunca subas.

Todo por ti (Alastor y tu)Where stories live. Discover now