Capítulo 81

2.2K 272 95
                                    

Narra Aradia:

Esto no me gusta. Ni un poco.

Estabamos reunidos en el palacio de Lucifer, esperando para hacer lo que me dijo. No me entusiasma la idea. De hecho, la odio. Alastor estaba con nosotras esperando. Su cara se mostraba un poco distinta. Sabía que le pasaba algo pero no era capaz de averiguar el que.

Unos temblores me sacaron de mis pensamientos para verla a ella.

-¿Tienes miedo?

-No... Es solo... Estar aquí me pone nerviosa.

-Teniendo en cuenta tu pureza y que estas en el hogar del mismisimo diablo no me extraña.- comenté tomándola de la mano-. Esta bien, tranquila.

Nadie volverá a tocarte.

Porque no lo voy a permitir.

-Ya esta todo listo, chicas. Pasad por aquí.

Nos metimos en una habitación algo oscura. Lleno de cables y de máquinas. Hasta que enfrente nuestro vimos un par de cápsulas conectadas entre si.

-Es fácil. Una vez que entréis se podrá acceder a vuestros recuerdos conjuntos y llegaremos a vuestro pasado.- explicó mi hermano.

-¿Es seguro?- preguntó Al mirando las cápsulas.

-Si. Demasiado, diría yo. Bueno, ya es hora de hacerlo.

Salma entró en la de la derecha. Vi como se cerraba aún dejando que se viera su interior. Comenzó a dormirse mientras se cuerpo flotaba de pie.

-Aradia.- me llamaron.

No podía moverme. Me había quedado clavada en el suelo.

No quería hacerlo. No quería verlo otra vez.

-Aradia, te toca.-habló Lucifer.

-No puedo.- susurré.

-Tranquila, cariño. Todo estará bien. Confía en mi.- Alastor acarició mis mejillas suavemente mientras me calmaba.

-Al.... No puedo.

-Entonces no podremos hacer nada.- Lucifer se acercó a mi lentamente-. Pero no habéis venido para nada, así que.- me empujó dentro de ella y la cerró rápidamente.

No dije nada. Podría haberle insultado y haber golpeado esto. Pero en el fondo no servía de nada.

Poco a poco caí en un sueño profundo.

***

Desperté, pero no en el mismo sitio. Era mi casa, pero estaba casi vacía. Me levanté del suelo, puesto que dormía en el con una almohada.

Esto debe de ser el comienzo.

Busqué un calendario y ahí lo vi.

Era 1998. El año en el que salí del orfanato con el permiso legal y me vine a este piso de mala muerte. Estaba tan vacío. Registré todas y cada una de las habitaciones... Hasta esa.

La radio de papa estaba allí. Y mi cámara. Apenas y había un par de fotos colgadas.

Siempre estuviste sola.

No siempre. Ella...

Ella no estuvo aquí. Sabía tu situación al inicio. Que apenas y te sobraba dinero para comer. Que estabas en la miseria.

Todo por ti (Alastor y tu)Where stories live. Discover now