Capítulo 69

3.3K 387 215
                                    

Narra Aradia:

Llegó la hora.

Las alarmas no tardarían en sonar. Apenas y cinco minutos más para que todo diera comienzo.

-¡Todos a vuestros puestos!- grité.

Cinco escuadrones: Primera línea o avanzadilla, ataques a corta distancia, tiradores, fuerzas de combate a larga distancia y los refuerzos que se incluirían después. Todos ellos liderados por una pareja de demonios.

Algunos de nosotros variariamos posiciones. Yo pasaría de defender a los tiradores a luchar con los de corta distancia.

Una mano se apoyó en mi hombro dándome calma.

-Pase lo que pase, estaré contigo.- dijo mi cervatillo besándome.

-Ten cuidado, por favor.- pedí.

-Lo mismo te digo, cachorra. Te amo.

Y con esas palabras me dejó para irse a su grupo.

Tenía miedo. Estaba acojonada. Pero era ahora o nunca. Después de aquellas palabras, no quería perderle ante nada.

Flashback:

-Llevas muchos días así, Aradia.

-Lo se.- suspiré. No dejaba de verla. Me estaba volviendo loca.

-Necesitas despejarte. Hacer cosas fuera de esto de la guerra.

-¿Tú crees? No tengo ganas de lo nuestro, aviso.

-¿Por quién me tomas? Yo no soy Angel.- se hizo el ofendido.

-No puedes decir que no te gusta.- agregué sonriente.

-Idiota.- susurró. Me cogió en brazos y antes de que me diera cuenta nos había llevado al bosque.

-¿Qué hacemos aquí?

-Sacarte de la ciudad. Es el único sitio donde puedes estar tranquila de verdad.

-En eso tienes razón.

Empezó a acercarse a mi con una sonrisa que no me gustó nada.

-No se te ocurra ni pensarlo.

-Ya lo hice.- y se lanzó encima mio haciéndome cosquillas.

Ese día estuvimos jugando como críos. Nos perseguiamos el uno al otro, jugábamos con nuestros poderes.... De todo. Incluso llegué a hacerle algo muy divertido para mi.

-Devuelveme a mi tamaño.- dijo cruzándose de brazos.

-Pero estas tan mono así.- le acaricié la cabeza con uno de mis dedos.

-Dos podemos jugar a eso y lo sabes.

-No serías capaz.- le reté.

-Si lo sería.- rió sentándose en mi mano.

-Admite que así eres más tierno.

-No lo soy.

-Si dices que si te devuelvo a tu tamaño.

-Chantajista.- le escuché susurrar mientras me miraba mal.

-Dilo.

-Me veo tierno.- murmuró agachando las orejas con vergüenza.

-No te he oído bien ¿Podrías repetirlo?

-¡Aradia!- se quejó.

-Vale vale.- reí bajándole de mi mano y volviendole a la normalidad.

-Me toca.

-No, Al. Era una broma... No me mires asi.- me alejé poco a poco. Su sonrisa me hizo correr.

Todo por ti (Alastor y tu)Where stories live. Discover now