Todo por ti (Alastor y tu)

Capítulo 74

Narra Angel:

-¿Seguro que esto servirá?- pregunté mirando el sobre que Lucifer me daba.

-Por supuesto. Son pecadores, por lo tanto no pueden tener hijos. Pero con estos polvos tendrán veinticuatro horas de fertilidad. Y les estimulará para tener ganas de hacerlo.

-Estoy deseando que ocurra.

-Será raro verla con una cría.- pensó Lucifer en voz alta.

-No lo hace mal. Recuerdo cuando me cuidó a mi. Sería una buena madre.

-¿Y Bambi?

-Al principio no....- pensé en cuando jugamos los tres a la guerra de almohadas-. Pero estará preparado.

-Si tú lo dices entonces hagámoslo.

-Pero ¿Cómo se supone que se lo daremos? La última vez que lo intenté con Ari salió todo mal.

-Ya lo tengo pensado. Aradia tiene un buen olfato, por eso se dio cuenta de lo tuyo. Pero estos polvos no tienen olor. No los detectará.

-Como se entere la paliza te la llevas tú.- susurré.

-¡Si, hombre! La idea es de los dos.- se quejó.

-Bueno, hagámoslo. Por nuestros futuros sobrinos.

***

Hora de ejecutar el plan. Yo había preparado la comida de hoy. Me tocaba echar los polvos en el plato del ciervo. Por otra parte Lucifer se encargaría de Ari.

-Huele bien.- dijo mi hermanita entrando en la cocina.

-Gracias nena. Me esforcé por esto.

-Tú cocinando, eso es raro.

-¡Oye!

-Es broma, no te ofendas. Por cierto ¿Sabes donde esta Husk?

-No ¿Por qué?

-No encuentro ninguna de mis botellas de sangre. Y las traje ayer.

-Pues no le he visto. Por cierto, Lucifer dijo que vendría hoy.

-¿Para qué?

-¿Así hablas de tu querido hermano?- dramatizó-. Que daño me haces, Aradia.

-Exagerado. Últimamente vienes mucho, nada más.

-¿No puedo venir a ver a mi queridísima hermana?

-¿Qué quieres, Lucy?

-Me ofendes.- gruñó molesto-. Me quedo a comer ¿Te apetece tomar algo mientras esperamos a que termine la comida?

-Claro. Nos vemos, Angie.

Bien pensado, Lucifer. Ahora me toca a mi.

Narra Aradia:

-Tendremos que tomar algo en otra parte. Husk desapareció.

-No hace falta si es sangre lo que quieres.- chasqueó los dedos apareciendo un par de copas.

-Olvidaba con quien estoy hablando.- sonreí mirándole.

Hablamos un rato sobre varios temas.

-Y... ¿Te gustaría tener hijos?