Capitulo 05 (Primera Parte)

30 9 2
                                    

Base Militar (Alaska, EE UU)
¡Quítenle de inmediato esas esposas! Antes de terminar esa oración, el cabo que estaba a mi lado, en cuestión de segundos me liberó.

—Señor Presidente —dijo Mr. Bulkface y levantándose algo nervioso le extendió la mano al presidente de los Estados Unidos, sin recibir respuesta del segundo afro descendiente en llegar a la presidencia del país más poderoso del mundo. Este, al ver la carpeta con la foto de lo que quedaba de sus hijos, pidió de manera contundente:

—¡Déjenme solo con el inspector Pitbull!
—Señor Presidente... −dijo el nervioso secretario ejecutivo de la Interpol.

—No quiero a nadie en la sala de monitoreo. ¡Steven!

Steven Piccard era el jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (Home Land Security). Esta fue creada después de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas para coordinar y dirigir las demás oficinas de inteligencia y de seguridad del Estado. Steven era el responsable de la seguridad del gran imperio americano y de todos sus ciudadanos a escala mundial frente a posibles amenazas terroristas. Este hombre canoso, de estatura mediana y mirada afilada, abrió la puerta y, mirando al compungido Mr. Bulkface, lo incitó a salir. Por su parte, el Presidente, con los ojos vidriosos, iba pasando las páginas del informe forense:

—¿Sabes, Peter? Siempre soñé con ser el hombre más poderoso del planeta. Desde pequeño decía que iba a ser un hombre importante que ayudaría a acabar con la maldad que nos agobia. Paradójicamente, ahora como Presidente, he tenido que tomar decisiones muy similares a lo que podríamos concebir como maldad y creo que Dios me está castigando al llevarse a mis hijos.

Él se acercó mucho más, cerró la carpeta y después de restregarse los ojos que estaban enrojecidos, no sé si por el cansancio o por llorar, me miró fijamente. En su rostro podía ver que algo iba a ofrecerme:

—Gracias a ti pudimos atrapar a este criminal que ya había destruido a más de veinte familias de políticos y empresarios influyentes. Tanto tú como yo hemos sido víctimas de este abominable ser. Por eso he venido personalmente para pedirte tu ayuda. Leí tu expediente y sé sobre las diferentes teorías que manejabas. Ayúdanos a determinar cómo estas células terroristas han podido burlar las más extremas medidas de seguridad.

—Sr. Presidente...

—Inspector Pitbull, ¿qué desea a cambio de sacarle la información a este bastardo?

JP Machillanda: si te gusto por favor agrega tu comentario y dale un like, comparte esta historia con tus amigos y así meteremos mas gente en mi hermosa prision.

EL PRISIONERO (El Origen) Primer libro de Siete (Saga)Where stories live. Discover now