El amor es Gris [Libro #1 Completa ✓]

EXTRA

Hola mis fodongxs!. El día de hoy les traigo un extra, de nada más y nada menos que de Shace (alias Gojo, o cabellitos mágicos). Pues esto es suceso después del beso en la habitación de Nessa. Cabe destacar, que esto no cuenta como capitulo, pero si puede tener uno que otro dato, también puede ser algo corto. Los dejo, y disfruten el extra <3

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~ Shace White ~

Después de ese beso... Ese beso sabor a fresa, ese beso sabor al amor de mi vida, ese beso que decía: "Te quiero, pero no lo suficiente para amarte a ti".

Si. No me amaba a mí, si no a Elliot Thorne.

Mi mejor amigo de la infancia y el chico que es como mi hermano. Y todo eso no podía sentirse como culpa, por qué yo jamás le hable de ella. Y él se enteró cuando ya estaba enamorado de Nessa. Era lógico que él decidiera luchar por ella.

El aire fresco del sitió me dejó tranquilidad absoluta. Me gustaba y me llenaba de pensamientos que tal vez podían dejar en claro todo lo que quería.

Ahora estaba en un pequeño campo, lejos de la ciudad, llamado: "The wheat landscape". Si, así como lo dice el nombre, era un paisaje completamente lleno de Trigo. Me encantaba que todo estaba precioso y relajante.

Pase mis manos por el trigo y el viento moviendo mi camisa blanca de botones.

Mire al frente y al final pude ver a una chica de cabellos rubios oscuros y de estatura baja.

Daney.

Ella me vió y me saludo con alegría. Corrió hacia mi y cuánto llegó, me sonrió aún más.

—Hola Shace, no creí encontrarte por aquí —dijo por lo bajo.

Le sonreí igual de amable —No, ni yo creí encontrar a alguien conocido por aquí, ¿Cómo has estado? No te he visto en mucho tiempo.

Sus mejillas se volvieron rojas y sus ojos cafés se vieron brillosos.

—Estoy bien, gracias... ¿Y-y tú?

Cómo siempre se pone un poco nerviosa.

—Estoy bien, eso creo —eso último lo dije prácticamente en un susurró.

—¿Cómo que eso crees? ¿Que te ha pasado?

La mire perplejo unos segundos antes de cobrar conciencia y responderle.

—Eh... Ya sabes... La chica que me gusta, no me corresponde —dije rascando mi cuello con nerviosismo.

Daney quitó su rostro de preocupación, para poner ahora un gesto triste.

—Oh, si... Había olvidado que te gusta Vanessa.

Agache la mirada por qué sabía bien que a Daney le dolía hablar de ello. Y no la culpo, yo le he gustado desde la secundaria.

—¿Te parece si nos sentamos, mejor? —señale una banca de madera que estaba de nuestro lado izquierdo y ella asintió, siguiéndome.

Nos sentamos, pero noté que ella se sentó un poco cerca de mí. No dije nada, pero si pude ver qué ella se sonrojo más que antes.

Era tierna y eso me gustaba de ella.  Pero yo prefería más a las chicas de carácter fuerte. Cómo Nessa.

Mierda, mi mente solo tiene espacio para ella.

—¿Cómo te fue en las prácticas de volleyball en Jacksonville? —pregunté sin poder sacar algún tema de conversación.

—Me fue bien, entré al equipo gracias a un amigo. El viaje fue largo.

—Oye que bien, ¿Quién es ese amigo? —pregunté.

—Se llama Blake, ya sabes, vive en la ciudad de Jacksonville. Es amable y me ha ayudado mucho.

—Vaya, parece que ese chico te gusta —bromee con una sonrisa.

Ella negó y agachó la mirada.

—No estés bromeando con eso, tu sabes bien mis verdaderos sentimientos.

Deje de sonreír y miré hacia otro lado, nervioso. Sentí la mirada de la rubia y la volteé a ver.

Ella me dedico una sonrisa triste.

—No me has dicho por qué estás tan triste... ¿Que ha sucedido con la pelirroja? Puedes contarme —murmuró.

Tragué saliva y volví a recordar sus preciosos labios besando los míos.

—Ella está enamorada de mi mejor amigo...

Daney frunció el ceño y posó su vista al frente esbozando una sonrisa falsa.

—Ja, clásico de Renner —susurró y yo la miré extraño —Todos y todas la aman, pero para mí solo es una mosca muerta.

La mire mal y con reproche.

—Oye, no te permito hablar así de Nessa, ella no...

—¡¿Por qué la defiendes?! —gritó —¡¿Después de todo lo que te ha hecho, la defiendes?!

—¡No sabes nada, ni siquiera te he dicho nada! —respondí igual.

—¡No necesito que me lo digas, por qué yo sé que ella es la culpable!

—¡Te he dicho que no! ¡Ni siquiera la conoces, por qué siempre te has llevado mal con ella!.

A ese grado los dos ya nos habíamos levantado de nuestro lugar y ni siquiera me había dado cuenta que estábamos discutiendo cerca del rostro uno del otro.

Y al parecer tampoco ella se había dado cuenta. Suspiré, la tomé de los brazos y la obligue a mirarme.

—Escucha Daney... Se que nunca te has llevado bien con ella, pero no puedes ir por ahí, hablando mal de ella ¿Lo entiendes? — dije —Es mi problema si le perdonó todo esto, lo es, no es el tuyo.

Ella me miró unos segundos y después se volteó.

—¿Es que no comprendes que te amo y que me duele que otra solo te trate mal? —soltó en un hilo de voz.

La mire sorprendido y después cobre conciencia.

—No me trata mal, solo...

—Ya basta Shace —susurró —por cinco años he estado tras de ti y siempre soy yo quien sale lastimada, por qué tú estás tras ella.

Agache la mirada y trague saliva.

—No aceptas que ella jamás querrá a nadie.

—Te equivocas —la corregí —No sabes su pasado y como no lo sabes, no puedes entender por qué ella no quisó a nadie por mucho tiempo, pero ahora es diferente, ella ama a alguien y aún que me duela decir que no es a mi, me alegra saber que por primera vez conoció lo que es el amor hacia alguien que verdaderamente te importa más que todo y todos.

Daney me observo detenidamente para después soltarse de mi agarré y sonreír.

—Tengo que irme Daniel.

La mire rápidamente, en cuanto ella me llamo por mi segundo nombre.

—No me hace bien seguir intentando y seguir tras alguien que no me quiere en lo más mínimo.

La rubia se volteó y camino por dónde ella vino.

La mire irse y una parte de mi decía, "dejala ir" y la otra decía "ve por ella".
Pero no sabía que hacer; por qué en mi mente estaba Vanessa, pero mis ojos veían a la chica de ojos cafés irse.

No pude más, así que me senté en la banca nuevamente cerrando los ojos.

Irónico.

Nessa ama a Elliot, yo amo a Ness y Daney me ama a mí.

Estúpidamente irónico.

Y hablando de ironías... Mi celular vibro. Y en cuanto lo saque de mi bolsillo para ver quién me marcaba, mis ojos casi se salían de órbita  cuanto vi aquel nombre.

Elliot.