Capitulo 34: Una llamada peligrosa

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Este es el penúltimo capítulo y es un poco largo. Y de una vez avisó, que el último capítulo será igual de largo, o un poquito más. Besos, y feliz año nuevo <3


—¿Me estás diciendo que debo ponerme eso?

—Claro que si, eres parte del disfraz.

—¡¿Quién te dejo elegir a ti, la temática?!

—Fuí yo — respondí con un leve sonrojo.

Elliot me miró, y sonrió con ternura.

—Oh, entonces no hay problema, de hecho la temática es genial —Elliot me abrazo, y beso la frente.

—¡Pero si hace un rato me dijiste que era horrible! — protestó Adam.

—¡Es horrible si viene de ti! — replicó el pelinegro.

Adam dijo algo entre dientes, y se dió la vuelta indignado.

—Anda Elliot, te verás super guapo disfrazado de Megumi — le hice ojitos del gatito con botas, y el solo hizo una mueca.

—Es que nunca me imaginé disfrazarme de un personaje de anime.

—¡Corrección! — interrumpió Adam —Prácticamente haremos cosplay.

Adam y yo asentimos al mismo tiempo, y Elliot solo dió un suspiro.

Había dejado que Adam escogiera la temática para disfraces en Halloween. Yo había hecho caso a la idea del pelinegro, pero no tenía tantas ideas como las de Adam. Así que al final optó por su anime favorito, y casualmente los personajes encajaban con nosotros.

Yo sería Nobara, la chica que encaja clavos a sus enemigos, y de un chasquido estos explotan. 

Elliot sería Fushiguro Megumi, el de cabello negro y ojos grises. Encaja a la perfección con él y su personalidad.

Adam sería Sukuna, el rey de las maldiciones. Ya saben, el que parece que tiene miles de tatuajes hasta por dónde no.

Y Gojo... Bueno, pensábamos que fuera Shace. Pero no sé le ha visto últimamente, no desde ese día en la estación de policías. Ese personaje encaja a la perfección con el.

—¡Adam, no te muevas! — reprochó Marco, quién se ofreció a pintarle el cabello a Adam.

—No me estoy moviendo, solo que ya me cansé de estar sentado — Adam hizo una mueca de fastidio y suspiró.

—Tu decidiste ser Sukuna, así que cállate.

—¡Sueltame, me estás lastimando! — gritó Adam, haciendo que Marco saltara del susto.

Adam iba a seguir gritando con su dramatismo al nivel supremo, pero Marco lo tomó del rostro y lo acercó al suyo.

—Como vuelvas a gritar, juro que te encerraré en el baño hasta mañana — amenazó con los ojos entrecerrados.

Adam asintió rápidamente, y se miraron mutuamente por varios segundos.

Elliot y yo nos miramos extraños, para después mirar nuevamente a los chicos. La verdad es que estaban muy, pero muy cerca uno del otro. ¿Y lo más extraño? Es que alguien controló el dramatismo de Adam, cuando eso era incontrolable hasta para mi.

El amor es Gris [Libro #1 Completa ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora