Después de haber salvado el mundo de un futuro terrible, Gia regresa junto a Trunks solo para guiar a sus dos contrapartes a una vida que ellos nunca tuvieron. Pero despues de todo, ¿será que sus destinos están cruzados? ¿Cómo será el futuro de la...
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16|El día que supe que estaba enamorada
Lunes, 13 de febrero 784. 09:05h. Preparatoria Estrella del Oeste, Capital del Oeste.
Divagué un poco por los pasillos esperando que algo pasara, aunque, realmente algo ya estaba sucediendo, pero no entendía el qué.
En todo aquel tiempo de mi travesía observaba grupos de chicas murmurando cosas. Solo había una palabra constante en cada conversación que lograba escuchar; algo que podría ser dulce o amargo y que, al solo tocar con tu lengua, sin importar el sabor, conocías la gloria: chocolate.
Pero ¿regalar un chocolate?
¿Qué podría tener de bueno regalar un chocolate en un determinado día del año? ¿Por qué era tan importante para las chicas?
¿Qué era eso que yo no podía comprender?
Me detuve en seco al escuchar un nombre muy conocido por mí. Trunks Brief.
—¿De verdad planeas darle un chocolate? —cuestionó la chica a lado de aquella que había dicho ese nombre.
—Por supuesto, estoy segura de que le gustara.
¿Regalarle un chocolate a Trunks? ¿Por qué? No sabía que le gustaban tanto.
Continue mi camino hasta llegar al salón de clases. No parando de escuchar el nombre de Trunks en cada parte del pasillo. Llegué junto a Yuki, como todos los días, no pude evitar levantar la mirada en dirección al asiento del peli-lila.
Vacío.
Seguramente se había quedado charlando con una chica de las tantas que mencionaban su nombre en cada conversación o con Trace, la prima de Kota, con la que se había presentado en el café donde trabajo.
Un suspiro salió por mis labios, llamando la atención de la castaña. Ella me sonrió.
—¿Pasa algo, Gia? —su vocecita suave me permitió devolverle la sonrisa.
—No entiendo por qué las chicas hablan tanto sobre regalar chocolates mañana —declaré, un tanto confundida.
La sorpresa en el rostro de Yuki me hizo sentir que la respuesta era demasiado obvia, que los chicos frente a mí se giraran con tanta rapidez también me asustó.
—Dime que es mentira que no sabes nada del Día de San Valentín —declaró Kota, aparentemente sorprendido.
Lo miré, alzando una ceja.
—¿Qué es el día de San Valentín? —ciertamente me daba vergüenza no saber algo, sentí mis mejillas arder en cuando vi la expresión de espanto en el castaño.
Hide, el pelirrojo cruzó los brazos, con simpatía sobre el pupitre de Yuki, que quedaba frente suyo.
—Verás, Gia —comenzó a hablar con total serenidad, a diferencia de las expresiones de Kota—. El día de San Valentín es conocido también como el día de los enamorados, se acostumbra a reglar bombones o chocolates a los hombres, a alguien a quien una chica le tenga mucho afecto.
