Después de haber salvado el mundo de un futuro terrible, Gia regresa junto a Trunks solo para guiar a sus dos contrapartes a una vida que ellos nunca tuvieron. Pero despues de todo, ¿será que sus destinos están cruzados? ¿Cómo será el futuro de la...
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Antes de que empiecen a leer el jugoso capítulo que les tengo, quiero que vean el siguiente video, ya saben un tipo opening con todo cariño. Tardé en actualizar debido a esto, quería tenerlo listo para que diferencien a los nuevos personajes xd
No critiquen tan feo, hice lo mejor que pude:3 He aquí mi creación:
11| Oportunidad.
Recorrí aquel pasillo repleto de estudiantes, no imaginaba que mucha gente pudiera reunirse en un área tan pequeña. Mis pies me conducían directo a la puerta de salida, cuando unos brazos me rodearon por la espalda.
-¡Hola, Gia! -saludó una voz masculina, supe al instante que se trataba de Kota, aquel chico de cabellos castaños.
Volví mi rostro hacia mi lado izquierdo, sintiendo su brazo en mis hombros.
-¿Vas a casa? -una segunda voz me tomó desprevenida, giré a la derecha topándome con Hide, el pelirrojo.
-H-Hola -dije, sonrojándome al instante-. Por supuesto, iré a casa.
Coloqué un mechón de cabello tras mi oreja un tanto avergonzada debido al contacto físico que el castaño ejercía sobre mí mientras avanzábamos.
Cabe a destacar que ese par era un tanto extraño, Hide lanzó hacia un lado la mano de su amigo librándome por unos segundos de aquel agarre para, finalmente, colocar el suyo en ese mismo lugar. Solté un bufido aguantando la risa.
No había pasado ni un día desde mi ingreso a la preparatoria Estrella del Oeste, poco a poco me sentía bien recibida por el resto de la clase, sin embargo, aquella mirada del de ojos rojos me seguía a dónde fuese.
Miré por encima del hombro al pelirrojo quien albergaba una enorme sonrisa, me había llevado de maravilla con ellos desde el principio, pues eran muy animados y energéticos. Los tres nos encontrábamos en el mismo club y, por ende, hablamos casi toda la tarde.
-¿Nos dejas acompañarte? -cuestionó el chico a mi izquierda.
Estaba a punto de negar, claramente no podía dejar que ellos supieran hacia dónde me dirigía.
-¡Es una excelente idea! -exclamó una voz femenina. Los tres giramos sobre nuestros talones encontrándonos con la encantadora sonrisa de Yuki-. ¡Vayámonos todos juntos!
Dio un aplauso, pasó entre nosotros y yo no pude negarme debido al brazo de ambos chicos pesando sobre cada uno de mis hombros. Di una mirada de abatimiento hacia arriba pues no sabía cómo me zafaría de esta.
-No es necesario que me acompañen, de verdad -intenté decir mientras caminábamos. La castaña empujó ambas puertas y salimos. El cielo comenzaba a teñirse de anaranjado debido al Sol que se empezaba a ocultar tras el horizonte.
