♡ : CAPÍTULO V

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Hyunjin dió un largo suspiro antes de iniciar su camino a casa de los Yang.

Jeongin no había asistido a la universidad aquel día, notificando que se hallaba con un pequeño resfriado. Aunque no podía ser algo pequeño, pues no sé había levantado de la cama en todo el día. Lo peor era que él debía cuidarlo porque sus padres omegas habían viajado a Seúl para asistir a los dos primeros conciertos de la gira mundial, la cual empezaba en la capital.

Una diminuta sonrisa se instaló en los labios del alfa al recordar el día anterior. No le sorprendía que el omega sufriera un resfriado cuando el día anterior se había pasado toda la tarde bailando bajo la lluvia con los pies descalzos. La sonrisa y el brillo en sus ojos le habían sorprendido, pero no podía negar que se veía hermoso de esa manera.

Trató de quitar aquellos pensamientos de su cabeza. No podía parecerle hermoso cuando era un caprichoso y consentido omega. Llegó a la entrada de la casa Yang y con un ligero suspiro, colocó la llave de repuesto que había dejado el señor Namjoon días atrás. Cuando se halló dentro de la casa, escuchó un pequeño estornudo llegando desde el piso de arriba.

Supo de inmediato que era la habitación del azabache, al percibir su aroma a vainilla saliendo de allí. Antes de dirigirse hasta la habitación, decidió llamar a su padre omega e informarle sobre la situación de su hijo.

—Mi pobre Innie. —fue lo primero que escuchó al terminar de hablar. — me gustaría estar allí para consentirlo.

—Mmmmm, ¿hay algo que pueda hacer para ayudarle?

—En nuestro hogar hay un botiquín, dentro encontrarás medicina para el resfriado, sólo dale un poco y eso ayudará.

—¿Algo más que deba saber?

—Oh, Jeongin suele ser muy demandante y caprichoso cuando está resfriado. — ¿Más caprichoso de lo que es? — Pedirá mucha comida o dulces y si no los tiene se pondrá a llorar como un bebé. Dale un par de mimos y se calmara hasta dormirse. Cuando despierte ya no tendrá ese molesto resfriado.

—De acuerdo, gracias señor Yang. —dijo queriendo parecer amable.

—Cuida muy bien a mi pequeño, por favor.

El castaño le prometió cuidar a su hijo y luego terminó la llamada. Acarició el puente de su nariz mientras se recriminaba por haber tenido buen corazón y haber ido a ver al omega. Subió las escaleras, escuchando nuevamente el estornudo del azabache. Aunque no quisiera reconocerlo, le pareció adorable aquel pequeño sonido. Como si un gatito estuviese estornudando en su lugar.

—E-Estúpido resfriado. —escuchó decir al otro lado de la puerta antes de ingresar.

Varias mantas cubrían el cuerpo del omega, dejando ver solo sus ojos color miel curiosos por la presencia del alfa.

—H-Hyunjinnie. —casi lloriqueó cuando vio al castaño.

—Eso te pasa por estar jugando bajo la lluvia por horas. —suspiró. — si te hubieras mantenido en tu casa, nada de esto estuviera ocurriendo.

—No pude resistirme, Hyunjinnie. —hizo un tierno puchero mientras se cubría más con las sábanas para que el alfa no viera su estado lamentable. — la lluvia es muy bonita.

Hwang bufó antes de acercarse y sacar las sábanas de su cuerpo. Revisó su frente con las manos, el azabache hervía en fiebre y no dejaba de estornudar. Sus mejillas estaban de un color rojizo y su cuerpo temblaba levemente. Observó su cuerpo completamente, apenas si tenía un pijama, el cual se hallaba húmedo por el sudor. Hyunjin no tenía mucha experiencia con enfermos, pero tendría que hacer algo con el más bajo.

I want it, I got it ❁ HyunInWhere stories live. Discover now