♡ : CAPÍTULO VI

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Hyunjin observó el camino frente a él y no pudo evitar que un sentimiento de soledad de apoderara de su corazón.

Desde aquel día, en el que Jeongin tuvo aquel ligero resfriado, el azabache había insistido diariamente en acompañar al castaño en su camino a la universidad. No importaba el día, Jeongin siempre se levantaba temprano y caminaba hasta el hogar del alfa para que ambos pudieran caminar hasta la universidad. Al principio, aquello había molestado al más alto, pues suficiente tenía con tener que tomar el camino de regreso junto al omega. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo, ya se había acostumbrado a la presencia ajena.

Jeongin siempre parloteaba de su día o las dificultades que encontraba en algunas clases, simplemente hablaba a su alrededor y aunque el alfa sólo respondía con monosílabos, el ambiente entre ambos era cálido y tranquilo. Tanto que, cuando el omega de quedaba dormido hasta tarde y olvidaba pasar por el alfa, éste esperaba fuera de su hogar para ir junto a él hacía la universidad. Lo mismo pasaba con el término de las clases, ambos de esperaban mutuamente para regresar juntos.

Y así, extrañamente, se había formado un vínculo entre ambos.

Los demás comentaban sobre la cercanía entre ambos, totalmente sorprendidos al ver como el omega se aferraba al brazo del alfa antisocial de la escuela. Hyunjin no era un marginado, ni mucho menos un nerd. Simplemente no hablaba con nadie y nadie de le acercaba (a excepción de algunas omegas que de acercaban a él por verlo atractivo). Todo había sido de aquella manera hasta que el omega peliazul de había metido a su vida.

Caminó todo el resto del camino en absoluto silencio, debía dirigirse a casa de Jeongin y saber la razón detrás de su falta. No había podido ir por él en la mañana, pues de había quedado dormido y tampoco había recibido la visita de Jeongin, pensando que también le había sucedido. Ahora, sin tener un mensaje suyo, se hallaba ligeramente preocupado por el omega.

Sus padres habían viajado a Europa para seguir la gira mundial de sus esposos alfas y les habían dejado juntos como anteriormente habían hecho.

Golpeó la entrada un par de veces sin recibir respuesta alguna. ¿No se hallaba en casa?

Volvió a insistir un par de veces más antes de preocuparse y tomar la llave de repuesto que siempre cargaba con él desde que sus padres habían salido de viaje. Ingresó presuroso al interior del hogar y subió hasta la habitación del omega.

Tan ensimismado en sus pensamientos y preocupación que no se dió cuenta del fuerte aroma que cubría todo el pasillo. No fue hasta qué pudo suspirar levemente que reconoció aquel adictivo aroma que salía del interior de la habitación del omega. Sus pupilas se dilataron al percibir el olor a vainilla por el pasillo, sus manos se cerraron fuertemente y no pudo detener sus pasos hacia la fuente de olor.

—H-Hyunjin...

Detuvo su caminar al reconocer su nombre al otro lado de la puerta. Escuchó leves gemidos en el interior, las feromonas del omega estaban causando estragos en su autocontrol y aquel gemido nombrándolo no hizo más que causarle una erección.

—Ahhhg Hyunjin. —volvió a escuchar. — m-más rápido...

La excitación lo cubrió de un momento a otro, sintió sus piernas flaquear al imaginarse la situación en la que debía encontrarse el omega en aquel momento.

"Nuestro omega" llamó su lobo interior. "Nuestro omega nos llama".

Negó rápidamente, expulsando aquellos pensamientos de su mente.

Jeongin estaba en celo y él no hacía más que imaginarse en follárselo. No estaba bien, debía comprarle un par de supresores al omega y ayudarle en lo que necesitara.

—A-Alfa...

Jodido Jeongin y sus hermosos y excitantes gemidos.

Hyunjin llegó al punto de quiebre de su cordura y se dejó llevar por su lobo, ingresó a la habitación y la imagen frente a él lo dejó totalmente anonadado y con la boca totalmente abierta.

El omega se hallaba con la rodilla flexionada sobre el colchón el rostro sobre la sábanas y su rosada entrada exponiéndose libremente a su vista. Un vibrador color rosa de hallaba entrando y saliendo del apretado agujero, causando gemidos en el peliazul, quién lloriqueaba de placer y mordía su labio inferior para acallar sus gemidos.

Hyunjin tragó saliva sonoramente ante tal imagen. Su polla se enfureció y su lobo interno le obligó a caminar hasta el filo de la cama, observando de cerca la escena tan erótica.

—Hyunjinnie...

¿Cómo debía sentirse al respecto? Jeongin se auto complacía teniéndolo en sus pensamientos, pensando que aquel vibrador era su polla, imaginándose a él mismo siendo follado duramente por el castaño. Sintió sus dedos cosquillear al ver con más claridad los hoyuelos en su espalda baja, formándose al recibir las embestidas causadas por su propia mano.

Observó a Jeongin, quién estaba con los ojos entrecerrados, observándolo sobre su hombro. De la comisura de sus labios bajaba un pequeño hilo de saliva y sus mejillas se enrojecieron aún más, al sentir como el objeto sexual empezaba a vibrar.

—Alfa... —volvió a llamar cuando sus miradas conectaron por primera vez.

Hwang trató de usar su poca cordura y retirarse de allí, dejando al omega sólo en su autosatisfacción, pero la imagen estaba matándolo. Tenía una jodida y dolorosa erección en los pantalones y el peliazul se veía tan caliente y preparado para recibirlo, que no pudo echarse para atrás cuando recorrió su cuerpo entero con ojos lujuriosos.

Quería follarlo.

Debía follárselo en ese mismo instante.

—Ahhhhg, Hyunjinnie... —el vibrador debió haber tocado su punto dulce, pues su espalda se arqueó al sentir el placer recorriéndolo en ese momento. — t-te necesito alfa...

Y Hyunjin se sintió celoso de que un simple aparato le estuviera dando placer a su omega.

Sí, su omega.

Su lobo estaba reconociéndolo como su omega, a pesar de las negativas del castaño.

Se acercó al más bajo y retiró el vibrador de su interior, éste gimió al sentirse vacío y giró para ver al más alto.

—Eres tan jodidamente caliente, Yang Jeongin. —se acercó al cuerpo del omega, embriagándose de su olor y la excitación que sentía al sentir la yema de sus dedos. — no sé si pueda resistirme a ti por más tiempo.

—Alfa... —movió su culo provocativamente, siendo consciente de que aquello sólo aumentaba la lujuria dentro del más alto. — tómame, alfa.

Hyunjin sonrió lascivamente, aquel hermoso y buen formado culo se hallaba a su completa disposición. Aquel cuerpo que había visto más de una vez de manera discreta estaba a punto de estar bajo su tacto.

—¿Lo quieres, Jeongin? —recorrió con su lengua la espalda contraria, sintiendo el sudor del omega en sus papilas gustativas y le supo más dulce de lo que imaginaba. — ¿quieres que te colme duramente?

Realizó un camino de beso hasta llegar a su oído, mordiendo el lóbulo derecho de éste y tomando su garganta en el proceso, para que sus miradas volvieran a conectarse.

—¿Quieres que me corra en tu interior con fuerza y te anude? ¿Quieres mi polla en tu culo? ¿Deseas toda mi excitación?

Yang gimió y se imaginó todo lo que podría obtener del castaño.

—Fóllame, alfa... —suplicó sintiendo su polla endurecerse nuevamente.

—Lo haré, cariño. Te follaré hasta que no puedas resistir más.

Hyunjin no supo que, después de aquello, algo dentro de ambos empezaría a formarse sin haberlo pensado.

I want it, I got it ❁ HyunInWhere stories live. Discover now