♡ : CAPÍTULO XI

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Jeongin arqueó su espalda, las sensaciones llegando hasta lo más profundo de su ser y el repetitivo movimiento de lengua de su alfa. Sintió las manos del castaño posándose en sus muslos con suavidad, sosteniendo su peso en ellos para poder devorar con los labios la erección de su omega. El peliazul gimió, su orgasmo construyéndose poco a poco en su vientre, sintiendo como todo su miembro era estimulado y saboreado por la boca del contrario.

—Ahhhhh, Hyunjinnie. — gimió el nombre de su pareja cuando sintió que explotaría en cualquier momento.

Hyunjin volvió a jugar con el miembro contrario, dando lamidas suaves y sensuales antes de sentir la vibración en el cuerpo del menor y como su esencia era derramada en sus labios. El alfa probó el dulce clímax de su pareja y sonrió al verlo con las mejillas sonrosadas y la respiración agitada. Su cuerpo se hallaba expuesto ante él, totalmente desnudo y lleno de marcas rojizas, sus pezones erectos por su propia sensibilidad y sus piernas temblando por el reciente orgasmo.

—Eres tan dulce, Innie. — casi ronroneó mientras se acercaba a los labios ajenos y creaba un beso dulce y húmedo. — quiero entrar en ti, bebé.

—H-Hazlo, Hyunjinnie... — llevando su mano hasta el pantalón del castaño, se atrevió a colar sus dedos para tocar su prominente erección. — estás duro aquí, alfa.

La media sonrisa en su rostro divirtió al castaño y dudó en volver a probar aquellos belfos que lo traían loco. Jeongin alzó su pelvis para friccionar ambos miembros, suyo despertó nuevamente en cuanto sintió la dureza de su compañero, quien batallaba con el botón de sus vaqueros para liberar su miembro totalmente duro.

—¿Lo deseas, Innie? —paseó sus labios por la curvatura de su cuello, sintiendo el excitante olor a vainilla incrementar y confundirse con lujuria. — mi marca... ¿lo quieres?

—Sí, alfa. — sus miradas volvieron a conectarse y una pequeña sonrisa apareció en ambos. — quiero pertenecerte eternamente. Soy tuyo, Hyunjin...

—Mío. — reclamó cuando dejó una pequeña mordida en su cuello. — solo mío, Jeongin.

—Y tú eres solo mío. — volvió a decir. — ninguna omega se te acercará nunca más. Mientras yo exista, serás solo mío. Mi guapo alfa gruñón.

Hyunjin se rió por lo dicho antes de volver a unir sus labios en una promesa que significaba mucho para ambos. El castaño se despojó de sus vaqueros y la ropa interior, quedando completamente desnudo ante la mirada lujuriosa del omega. Los dígitos del mayor se pasearon por la entrada del peliazul, sintió la humedad en cuanto ingresó uno de sus dedos, Jeongin gimió ante el contacto y movió las caderas para sentirlo más profundo. El castaño jugó con su entrada un par de minutos, sus dedos se adentraban con facilidad y llegaban a rozar su punto dulce, el omega tenía la necesidad se sentir a su alfa, piel contra piel, tenerlo dentro suyo y crear esa unión que hace mucho había dejado se sentir.

—Jinnie... — llamó casi desesperado. — te necesito...

—Después de esto, me pertenecerás para siempre, Jeongin. Seremos una pareja acoplada, tendremos una familia y te reclamaré como mi omega, ¿es lo que quieres?

El omega asintió reiteradas veces mientras besaba a su pareja.

—Es todo lo que deseo.

Entonces no tuvo que esperar más, el alfa se internó en su interior de una solo estocada, ambos gimieron al sentirse unidos nuevamente, al volver a sentir las sensaciones placenteras que no abrazaban desde hace mucho tiempo. El vaivén inicial comenzó cuando pudieron recuperarse de la primera oleada de placer, los gruñidos y gemidos invadieron la habitación del castaño, el cual tenía una exquisita combinación de excitación, vainilla y café.

Las estocadas fueron aumentando de velocidad, Hyunjin fue las rápido en sus movimientos. Su hermoso omega gemía sin control mientras movía sus caderas en sincronía de las fuertes embestidas.

—Joder, Jeongin. — el interior del omega apresaban su dura polla tan bien.

—A-Alfa...

De pronto la posición cambió, Hyunjin colocó una de las piernas del omega en su hombro para poder adentrarse más profundamente y colocó todo su peso en una de sus piernas para tomar impulso y poderlo duramente. El omega era un desastre, sentía la profundidad de sus embestidas y la agresividad en cada una de ellas. El alfa sintió su clímax aproximarse cada vez más rápida, la sensación era tan placentera y abrumadora que no podía controlar sus propios movimientos.

Yang se corrió cuando el miembro de su alfa chocó sorpresivamente contra su punto dulce, su orgasmo fue alargado por las embestidas fervientes de su pareja, sus paredes se apretaron alrededor de su falo, haciendo al castaño gruñir de placer.

—Hyunjin... — ladeó su cuello para dejar libre el lugar donde deseaba su marca. — m-márcame, alfa...

Los colmillos del mayor se mostraron y se inclinó hasta rozar con los labios la piel de su cuello, succionó varias veces y lamió la zona que marcaría antes de clavar sus dientes y embestir profundamente en el interior del azabache.

Ambas acciones hicieron que el omega volviera a correrse, acompañando a su alfa y el nudo que se formaba en su interior. El placer lo abrumó tanto que se sorprendía de no haberse desmayado en ese momento. Hwang encajó sus colmillos profundamente, formando el vínculo que tanto tiempo había esperado entre ambos. Todo fue un mar de emociones, pensamientos y recuerdos. Ambos se acoplaron perfectamente en ese momento, sintiendo como su marca eterna se instalaba profundamente y los convertía en una pareja bendecida por la luna.

—Te amo, Hyunjin. — dijo mientras se recuperaba del orgasmo.

—Te amo, Jeongin.

Ambos se mantuvieron juntos mientras el nudo desaparecía. Hyunjin abrazó a su omega y lo acurrucó en su pecho, ambos sintiéndose felices al estar juntos y haber roto aquella capa de desconfianza.

—Hyunjinnie... — volvió a llamar.

—¿Qué pasa, bebé?

—Si llegamos a casarnos, quiero una boda grande. — informó. — una donde todos los invitados se queden deslumbrados por lo bonita y lujosa que es.

—¿Lo dices en serio?

—Mis padres se casaron en el mar, yo quiero una boda así. Bonita e inolvidable y nada de que quieres qué sea pequeña, quiero una boda inmensa, donde asistan todos, hasta los famosos.

—Pero, bebé...

—Shhhh. — cubrió sus labios con su dedo índice. — es lo que quiero y voy a obtenerlo. No importa la cantidad de dinero que gastaremos, no es como si importara de todos modos. Mis papis pagarían cualquier cosa que deseara. — sonrió victorioso. — un par de números en uno de los cheques de mi papá y problema resuelto.

—Pobre de ellos...

—Además, si te niegas... — sus labios se posaron en el cuello del castaño, dejando un beso húmedo en su cuello. — sé cómo convencerte.

Hyunjin sonrió y besó a su pareja nuevamente.

Podría ser caprichoso y mimado, pero era su omega caprichoso y mimado. Y no le importaría cumplir con los deseos de su pareja.

I want it, I got it ❁ HyunInWhere stories live. Discover now