♡ : EXTRA HYUNIN

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Hyunjin paseó el carrito por los diversos pasillos del supermercado, obteniendo los alimentos necesarios para la semana y algún que otro elemento agregado por su omega en la lista de compras. Suspiró cuando adentró varios productos del mismo pasillo de leches, pues era algo habitual para él ver como sus hijos se peleaban todas las mañanas por obtener la leche de su marca favorita.

Mientras paseaba en el carrito, iba sujetando la pequeña y rechoncha manito de su pequeña hija Yeji, quien con cuatro añitos de edad ya podía hablar más entendible que antes, sus cabellos estaban atados en dos coletas en cada lado, mientras sus ojos color miel observaban con entusiasmo cada estante de comida. Hyunjin adoraba a su hija, ya que era la misma imagen de su omega. Tenía los mismo cachetes y labios rellenitos que su esposo, lo único que había heredado del alfa era el color de cabello y el tono de piel.

—Papi. — llamó con un dulce tono de voz.

—¿Qué pasa, Yeji?

—Quiero ese peluche. — señaló el estante lleno de osos de peluche, existía variedad de osos, de diferentes colores y tamaños y, por supuesto, la pequeña quería el más grande.

Hyunjin suspiró al ver lo que su hija pedía. Adoraba a su pequeña con toda su alma, pero, para su mala suerte, había salido igual de caprichosa que Jeongin.

—Es muy grande, bebé. — dijo tratando de persuadirla. — Además, no podemos tardar más porque tu papi nos está esperando para almorzar. Tal vez, puedo comprártelo otro día.

—¡Yo lo quiero ahora! — infló sus mejillas. — Por favor, papi, cómpramelo.

Hwang observó a todos lados, esperando que alguien llegara en su ayuda o tratar de calmar a la pequeña bolita caprichosa que estaba fulminándolo con la mirada en ese momento. ¿Cómo había resultado su vida tan miserable? ¿Qué había hecho mal para tener a otra caprichosa y mimada omega en su familia?

—No, Yeji. — trató de sonar un poco más duro esta vez. — Necesitamos comprar lo que falta de la lista y no podemos llevar un peluche tan grande. Además, tienes muchos peluches en casa, no necesitas otro.

—Pero yo quiero ese. — volvió a exigir, pero esta vez con un puchero.

El castaño estaba a punto de escapar cuando observó las pequeñas lágrimas acumulándose en los ojos de su pequeña, ésta se veía tan triste por no tener ese peluche que terminó aceptando comprárselo.

—De acuerdo, toma el peluche y déjalo en el carrito.

—¡Gracias, papi! — respondió totalmente feliz antes de correr hacia la fila de peluches.

Lágrimas falsas, como siempre. Se dijo a sí mismo que evitaría que pasara más tiempo con Jeongin o terminaría convirtiéndose en toda una manipuladora como su padre omega. Aunque no podía quejarse, él mismo había mimado tanto a su pequeña que se había convertido en una niña demasiado caprichosa. Sin embargo, amaba a su familia de aquella manera. A sus pequeños hijos y a su hermoso esposo, el cual lo esperaba en casa con una sonrisa y los brazos abiertos.

No cambiaría a su familia por nada del mundo, eran lo mejor que le había pasado en su vida y eso lo supo cuando vio a su pequeña hija acercándose con el peluche en brazos y una sonrisa inmensa en su rostro, sus ojos se achicaron y eso hizo sonreír al castaño, pues tenía la misma hermosa sonrisa de su pareja y eso lograba que amara aún más a su pequeña.

Por otro lado, se hallaba Jeongin batallando con su hijo en la habitación del menor.

—¡No quiero ese suéter! — gritó el pequeño. — ¡Es feo!

—No es feo, es muy bonito. — mostró el pequeño suéter, el cual traía conejitos bordados en el medio. — Te verás muy bonito con este suéter, bebé.

I want it, I got it ❁ HyunInWhere stories live. Discover now