9 | La chica que nadie elige

2.9K 201 23
                                    

9 | La chica que nadie elige


Scarlett

A veces me gustaría dejarlo todo e iniciar una vida desde cero. Daría cualquier cosa por sentirme verdaderamente libre, por explorar el mundo solo con una mochila a mis espaldas, sin la presión de ser lo que la gente espera de mí. Y me pregunto si alguna vez tendré el coraje de hacer realidad esos deseos, si dejaré de tener miedo de ser yo misma.

Decidí salir antes de la academia porque no estaba logrando avanzar en nada, cada paso parecía más bien llevarme hacia atrás y la sensación de estar estancada se volvía cada vez más insoportable. Necesitaba un respiro, un momento para aclarar mis ideas y reenfocarme.

Pero en lugar de irme a casa como debí hacer, estoy aquí, sentada en un banco del parque, esperando a que él aparezca. No sé por qué pienso que lo hará. Con lo mal que lo traté esta mañana, no me sorprendería si decidiera evitarme. Además, no tiene por qué llevarme a casa. Nunca acordamos que eso sería parte del trato.

Cuando salía con mi ex, sentía una presión abrumadora por encajar en un molde perfecto, perdiendo de vista quién era en realidad solo para que él me mirara por un segundo, porque ese segundo era mi heroína, porque creía que él sería el único que me amaría.

Me siento tan patética al pensar que el único hombre que se ha enamorado de mí era el mayor idiota del mundo, que no descansó hasta hacer pedazos cada parte de mi corazón. 

Cada vez que miro hacia atrás, me pregunto qué fue lo que hice mal, que hay de mal en mí, por qué siempre parezco atraer a las personas equivocadas. A veces me pregunto si alguna vez encontraré a alguien que realmente me vea, que realmente me valore por lo que soy.

Siempre he sido la chica que nadie elige. 

Ahora, mientras espero en este banco, una sensación de inquietud crece dentro de mí. Temor a volver a amar y enfrentarme al dolor que conlleva, a permitir que alguien entre en mi vida y la desmorone. Quizás sería mejor cancelar el trato con Christopher antes de que sea demasiado tarde.

Me levanto del banco del parque y empiezo a caminar hacia la parada del autobús. De repente, oigo el sonido familiar de una bocina. Levanto la vista y veo su auto detenido a mi lado. Él baja el vidrio y me saluda con una sonrisa pícara.

—¡Hey, princesa! ¿Necesitas un aventón? —dice con su tono característico de ligereza.

Dudo por un momento. Necesito desesperadamente el dinero y no tengo otra forma de conseguirlo en tan poco tiempo. Dejar a Christopher en este momento significa también renunciar a mi sueño. ¿Realmente sería tan grave si acepto subirme a su carro una vez más?

Mientras sopeso mis opciones, lo veo dentro del carro con una sonrisa que parece sincera, increíblemente atractivo. Siempre pensé que se veía bien con las camisas que le daban un aire de empresario, pero ahora que lleva una gorra hacia atrás y una playera gris, se ve simplemente demasiado sexy. ¿Por qué aparte de millonario tiene que ser tan guapo? 

Me subo al carro sin saber qué decirle, nerviosa y abrumada por la situación.  Sus ojos parecen buscar los míos, pero no puedo sostener su mirada por mucho tiempo. Me limito a sonreír débilmente, esperando que no note lo turbada que estoy en realidad.

—¿Cuándo me vas a enseñar eso que haces con la pintura? Si tu padre me pregunta, quiero saber que responder.

—¡No! —le grito —. Mi padre no tiene idea de que...

Él suelta una carcajada.

—¿Y no te dijo nada por la mancha que tenías ayer en la frente?

—¿Qué? —mi corazón se acelera, una ola de pánico recorre mi cuerpo.

Corazones de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora