Capitulo 13 /prt2

1.8K 193 118
                                    

Miel Vogrincic

Salí rápido de la casa y volví con los chicos.

—Demoraste un montón— Pipe abrió los brazos.

—Colgué— Negué con la cabeza y me acosté junto a Pipe.

—¿Vos no estarás enojada conmigo?—

—¿Yo?— Miré a Matías

—Vos.— afirmó.

—Nada que ver, Peti, ¿Que decís?—

Negó con la cabeza y encendió un cigarro.

—Peti— Lo miré.

Matías estaba concentrado en su cigarro.

—¡Peti!— insistí

—¿Será este el fin de "Petisos crew"?— Juani nos miró.

Matías también lo miró luego volvió a mirar al mar.

—Dejalo, es un pendejo— Pipe me abrazó y quitó un mechón de pelo de mi cara.

Me quedé pensando un momento y luego ví la hora, eran más de las doce de la noche y aún no felicitaba a Matías por su cumpleaños.

Cerré los ojos un momento y solté a Pipe para luego ir por Matías y abrazarlo fuerte.

—¡Feliz cumpleaños, petiso!—

Matías se resistió pero finalmente aceptó mi abrazo y me apretó contra él.

—Faltabas vos nomás, gila— negó con la cabeza quitándome de un empujón.

—¿Solo yo?— también lo empujé

—Y si, vos estabas adentro cuando dieron las doce— negó con la cabeza

>>>

Me levanté temprano para poder hacerle el desayuno a Matías, su cumple no comenzó del todo bien por mi parte, ya que, no lo felicité a las doce.

Comencé a preparar el desayuno como le gusta, él es un chico difícil:

Un café sin tanto café, con más azúcar que café pero que no quede dulce pero primero hay que dejar reposar el azúcar en el agua y luego poner el café.
El pan tiene que estar sin las orillas Pero las orillas deben estar tostadas en el plato porque esas las come a parte, si toma mate no debe venir preparado, ya que, "solo él sabe preparar un buen mate argentino, lo demas es mierda", le gusta siempre tomar un vaso de jugo pero no tiene que tener mucha pulpa, pero tiene que tener pulpa, sino no lo toma, la temperatura no tiene que ser tibia tampoco muy fría ni muy caliente, el vaso si o si transparente sin diseño y la servilleta debe venir intacta sin pliegue.

Ese es Matías Recalt.

—La puta madre— Negué con la cabeza y agarré otra servilleta, la anterior la había doblado.

—Ey— Malena me sonrió entrando a la cocina —¿Para Mati?— miró todo atenta.

Asentí con la cabeza.

—Si querés se lo llevo yo—

—No— negué con la cabeza —Me gustaría... Olvídalo— Sonreí y le pasé la bandeja —Sos la novia, me olvidaba ese pequeño detalle—

—Gracias— Agarró la bandeja y dejó un beso en mi frente —De todas formas le diré que vos preparaste todo— Salió de la cocina y yo me apoyé en la mesada.

—¿Dónde estabas?— Pipe entró al mismo tiempo que Male se iba, traía su carita de osito preocupón y un tonito de voz que me mató.

—Aca, amor, ¿Por?— Le sonreí.

Vení conmigo || Felipe Otaño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora